Yamaha la vuelve a liar con la R9: no habrá entregas hasta enero y se quedan si "motos de prueba"

Lo que empezó como uno de los lanzamientos más esperados del segmento deportivo medio se ha convertido en una fuente de frustración creciente para los aficionados a las dos ruedas. La Yamaha R9, presentada a finales de 2023 con la promesa de revolucionar el mercado, sigue acumulando retrasos, y ahora hay novedades oficiales que podrían agravar aún más la situación de los compradores que llevan meses esperando.
Yamaha comunica internamente nuevas fechas
Según información filtrada de fuentes internas, Yamaha ha anunciado a su red comercial que las primeras unidades de la R9 no llegarán hasta enero de 2026. Esto supone un retraso de casi un año con respecto a la fecha inicialmente prometida para muchos clientes, que era marzo de 2024.
Pero la noticia no acaba ahí. La marca ha confirmado también que no habrá motos de prueba disponibles en los concesionarios. Es decir, los clientes que estén interesados en adquirirla no podrán verla ni probarla antes de comprarla, algo inusual para un modelo que se sitúa por encima de los 13.000 euros y que representa un salto significativo respecto a su predecesora en la gama MT.
Limitaciones en el número de unidades
Como si no fuera suficiente, Yamaha también ha comunicado a los concesionarios que el máximo de unidades que podrán pedir por punto de venta será de solo dos motos. Esta medida, destinada a controlar la distribución y gestionar el stock limitado, ha generado descontento entre muchos distribuidores, especialmente los de localidades más pequeñas o que no son concesionarios exclusivos de la marca.
Malestar creciente entre los compradores
Los retrasos, la falta de información clara, y ahora la imposibilidad de probar la moto antes de comprarla están alimentando un fuerte malestar en la comunidad motera. En redes sociales y foros especializados, los comentarios son cada vez más duros con la gestión de Yamaha, que, hasta la fecha, no ha emitido ningún comunicado público explicando las razones del retraso o detallando los pasos a seguir para quienes ya han pagado la moto.
A esto se suma el hecho de que algunos compradores abonaron el importe completo de la R9 al contado, esperando tenerla lista en solo unos meses. Ahora, se enfrentan a una espera que podría prolongarse hasta dos años desde que hicieron la reserva, sin opción siquiera de cambiar el color del modelo si el código de color elegido sufre problemas de suministro.
Una apuesta arriesgada
La Yamaha R9 se presentó como una alternativa accesible, moderna y potente, heredera del motor tricilíndrico de la MT-09, pero adaptada a una posición más deportiva. Sin embargo, la falta de planificación logística y de respuesta institucional por parte de la marca está empañando lo que podría haber sido un éxito rotundo.
Para muchos compradores, esta nueva actualización no hace más que confirmar que la espera va para largo y que, mientras tanto, otras marcas podrían aprovechar el vacío que Yamaha ha dejado en este segmento tan competitivo.
Habrá que ver si, antes de enero de 2026, la marca logra recuperar la confianza de sus clientes... o si esta será una oportunidad perdida para uno de sus modelos más prometedores.