Dice que las nuevas Honda tienen un problema serio y lo "demuestra" en un concesionario: "Vergonzoso"

En el mundo del motociclismo, Honda siempre ha sido sinónimo de fiabilidad, precisión y durabilidad. Sin embargo, en los últimos meses, numerosos propietarios de modelos de última generación han comenzado a alzar la voz para denunciar una problemática que preocupa cada vez más: la aparición de óxido en componentes del motor incluso con motos prácticamente nuevas.
Lo que comenzó como una serie de quejas aisladas en foros especializados, ha escalado hasta convertirse en una tendencia que afecta a diferentes modelos recientes de la firma japonesa. Usuarios que apenas han recorrido unos pocos kilómetros con sus motos nuevas aseguran que, con el simple contacto del agua —ya sea por lluvia o lavado—, comienzan a aparecer signos visibles de oxidación en zonas clave del motor y otras partes metálicas.
Oxidación prematura en motos con cero kilómetros
Lo más impactante es que este fenómeno no solo se limita a motos que han rodado por la calle. En algunos concesionarios oficiales de Honda, los propios clientes han documentado cómo modelos de exposición, completamente nuevos y con cero kilómetros en el marcador, ya muestran señales evidentes de óxido.
Esto ha levantado serias sospechas entre los usuarios, que apuntan directamente a un posible recorte de calidad en los acabados y tratamientos anticorrosión de ciertos componentes, probablemente para abaratar costes en la fabricación. En un mercado cada vez más competitivo, algunos entusiastas acusan a Honda de priorizar los márgenes económicos por encima de la durabilidad que durante décadas fue su seña de identidad.
“En cuanto el agua toca la moto, aparece el óxido. Y no es que no la limpies o la cuides, es que los materiales no están preparados para resistir el uso diario”, comenta un afectado en redes sociales.
Un problema que puede afectar a la seguridad y el valor de reventa
Aunque algunos puedan pensar que se trata de una cuestión meramente estética, el óxido no es un detalle menor. Con el paso del tiempo, puede comprometer el funcionamiento de componentes clave, especialmente si afecta a zonas cercanas a la transmisión, el sistema de frenado o partes móviles del motor. Además, deteriora gravemente el valor de reventa del vehículo, algo que afecta directamente al bolsillo del usuario.
En este contexto, muchos propietarios reclaman una respuesta clara por parte de Honda. Hasta ahora, no ha habido un comunicado oficial ni una campaña técnica que aborde de forma directa esta cuestión, aunque en algunos concesionarios se han limitado a aplicar tratamientos anticorrosión bajo petición… y coste del cliente.
“Lo peor no es que se oxide, lo peor es que incluso en el concesionario te digan que es normal. ¿Desde cuándo una moto nueva se oxida al contacto con la lluvia?”, se pregunta indignado otro propietario.
El legado de Honda, en juego
Honda tiene por delante un reto importante: reafirmar su compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente, o arriesgarse a perder la confianza de una comunidad que durante años ha defendido la marca como símbolo de durabilidad. En un momento donde la competencia crece, especialmente desde Asia y Europa, estos fallos pueden pasar factura rápidamente.
Mientras tanto, la recomendación entre los propios usuarios es clara: si estás pensando en comprar una Honda nueva, revisa minuciosamente los componentes metálicos del motor y exige explicaciones en el concesionario sobre los tratamientos anticorrosión aplicados.
Porque una moto puede comprarse con el corazón, pero no debería oxidarse por confiar en una marca histórica.