Prueba un chaleco refrigerante de los más vendidos y dice su opinión: "Genera cierta incomodidad"

En ElMotero.es llevamos tiempo siguiendo la evolución de los chalecos refrigerantes, esos inventos que prometen aliviar el calor abrasador de los meses de verano cuando vas en moto. Y aunque el concepto nos genera bastante interés —especialmente para quienes ruedan en ciudad o en rutas con mucho calor—, la experiencia real de uso no siempre está a la altura de las expectativas.
Uno de los últimos modelos que hemos tenido ocasión de probar ha sido el DryCool, una prenda diseñada para mantener el cuerpo fresco durante la conducción mediante la absorción y evaporación de agua. Se trata de un chaleco que no recurre a acumuladores de frío ni baterías, sino a una estructura textil técnica que, al ser empapada con agua, va liberando frescor de forma gradual.

Una idea útil… pero que requiere ensayo y error
Nuestra prueba ha sido sencilla pero representativa: chaleco mojado, puesto sobre una camiseta técnica y sin chaqueta encima, para comprobar su rendimiento máximo en conducción urbana con altas temperaturas.
Nada más prepararlo, ya nos encontramos con el primer obstáculo: el llenado no es especialmente intuitivo. Requiere cierta destreza para distribuir bien el agua entre los compartimentos internos, y si se introduce más líquido del necesario, puede resultar incómodo. En nuestro caso, la carga fue rápida y mal repartida, algo que seguramente influyó en los resultados.
El frescor, más leve de lo esperado
Durante los primeros minutos de uso, sí se nota cierta sensación de frescor en la espalda y en menor medida en el pecho. Sin embargo, esa sensación se mezcla con la humedad de la propia camiseta y resulta difícil saber hasta qué punto es el chaleco el que enfría o simplemente es el sudor combinado con el aire en marcha.
La ruta no fue de las más largas y al llegar a destino, la prenda había dejado zonas de la camiseta algo mojadas. No se trata de una humedad excesiva, pero sí lo suficiente como para generar cierta incomodidad si vas a continuar tu jornada sin cambiarte.
¿Mejorará con una mejor preparación?
Probablemente sí. La prenda requiere medir bien el agua, distribuirla uniformemente y, a ser posible, enfriarla previamente en nevera antes de usarla. Son pasos adicionales que pueden marcar la diferencia entre una experiencia mediocre y un efecto refrescante más evidente. También habría que probarlo con una chaqueta ventilada encima, para ver si se mejora la retención del frescor sin perder ventilación.
Conclusión: interesante, pero no milagroso
El DryCool es un chaleco refrigerante funcional, pero con un rendimiento limitado si no se utiliza en las condiciones óptimas. Es una buena opción para quienes buscan soluciones económicas y reutilizables para combatir el calor sobre la moto, pero exige paciencia, pruebas y ajuste fino para sacarle todo el partido.
En próximas pruebas de ElMotero.es, volveremos a testearlo con una preparación más precisa y trayectos más largos. Por ahora, la sensación es que la tecnología promete más de lo que ofrece a la primera, pero no la descartamos del todo. Si te gusta experimentar y buscas mejorar la comodidad en verano, puede merecer la pena darle una oportunidad… pero no esperes milagros.