Falla su MV Agusta y 1.000 euros después el taller oficial no sabe qué tiene: "Me lo arreglaron en Holanda por 300 euros"

La historia de esta queja arranca en Astorga (León), donde un aficionado a las motos decidió apostar por una marca premium italiana. “Compré una Brutale 1090 R hace dos años en Mundimoto. La puse a punto de todo”, comienza explicando el usuario afectado. Sin embargo, lo que parecía una inversión para años se convirtió en una experiencia frustrante marcada por la falta de soporte técnico y la imposibilidad de encontrar recambios oficiales.
Un fallo que deja la moto inutilizable
“Hace dos meses la fui a arrancar y sorpresa: el cuadro de instrumentos murió, no arrancaba”, relata. A partir de ahí comienza un recorrido por talleres locales en León sin éxito. Los técnicos no eran capaces de reparar el cuadro y la moto quedaba inutilizada. Como muchos propietarios hacen en estos casos, se dirigió al concesionario oficial: Box 31, taller reconocido por MV Agusta en Madrid.
La solución, sin embargo, fue desalentadora. “Gasté solo de transporte 300€ de ida y vuelta a Madrid, más 1.098€ del cuadro nuevo, más mano de obra, etc…”, explica. Pero ni siquiera pagando esa suma obtuvo una respuesta útil. “Me dijeron que no había pieza y que no podían ayudarme”.
La respuesta oficial: "Búscate la vida"
Lo más sorprendente llegó cuando preguntó directamente si eso significaba tener que desechar la moto. “¿Tengo que tirar una moto con 10 años y 23.000 kilómetros?”, preguntó. La respuesta fue demoledora: “Tendrás que buscar un especialista en cuadros, no podemos hacer más”.
Intentó suerte en Factory Bike, en Pontevedra, con idéntico resultado: “Tres cuartos de lo mismo, no hay pieza, búscate la vida”. Finalmente, y casi por casualidad, encontró una solución por su cuenta gracias a un foro especializado. “Contacté con Carmo Electronics de Holanda, con sede en Barcelona, y me lo solucionaron por 389€ en apenas una semana”.
Silencio desde Italia
Como último intento, el propietario decidió elevar su queja directamente a la sede de la marca: “Llegué a mandar dos correos a Varese, la sede de MV Agusta. Todavía estoy esperando una respuesta”, lamenta. Ese silencio contrasta con la imagen de excelencia técnica y servicio premium que la marca proyecta.
“Vergonzoso” para una marca de este nivel
El cliente se muestra tajante con su valoración: “Me parece vergonzoso que una marca como MV Agusta trate así a sus clientes”, concluye. “Estás vendiendo una marca super buena, lo mejor del mercado… y no puedes ni siquiera arreglarla aunque tengas dinero”. Según él, si no hubiese encontrado la empresa que finalmente reparó el cuadro electrónico, habría tenido que “tirar la moto”, una máquina de altas prestaciones con poco más de 20.000 km.
Esta denuncia pone sobre la mesa un problema que no es aislado: la falta de piezas y soporte técnico incluso en marcas premium, lo que genera un fuerte sentimiento de abandono en los propietarios y plantea dudas sobre la viabilidad de estos modelos a largo plazo. Una moto puede ser excelente en carretera, pero sin respaldo postventa, la experiencia del usuario puede volverse una auténtica pesadilla.