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La DGT comprará los "carro radares" franceses para multarte en cualquier punto de España

Carro radares
Carro radares

El exceso de velocidad sigue siendo una de las principales amenazas en las carreteras españolas. En 2024, fue un factor presente en el 24% de los accidentes mortales, según la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que lo convierte en la causa más frecuente de siniestros con víctimas fatales. Pese a las campañas de concienciación y el incremento constante de controles, muchos conductores siguen sin respetar los límites de velocidad.

La estadística habla por sí sola: dos de cada tres multas formuladas en 2024 fueron por exceso de velocidad, según datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Frente a esta realidad, Tráfico intensifica sus esfuerzos con nuevas herramientas de control.

Los carro radares: un nuevo aliado contra la velocidad

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado la intención de la DGT de implantar radares móviles sobre ruedas a partir de 2026, con el objetivo de actuar especialmente en tramos de obras y zonas de alta siniestralidad. Estos dispositivos, conocidos popularmente como carro radares, ya están en funcionamiento en Catalunya y Francia, con resultados notables.

Según el Servei Català de Trànsit (SCT), los dos primeros carro radares operativos en 2024 impusieron más de 10.000 multas en solo seis días. En lo que llevamos de 2025, ya han acumulado más de 150.000 denuncias. Su gran ventaja es su capacidad de movilidad: montados sobre estructuras con ruedas, pueden trasladarse fácilmente a los puntos más conflictivos de la red viaria.

Pere Navarro, director general de Tráfico, tiene previsto visitar Francia próximamente para observar de cerca el funcionamiento de estos dispositivos y adaptar su implementación al contexto español. “Nuestro propósito es implantarlos el año que viene”, señaló Marlaska durante la presentación del balance de siniestralidad del verano.

¿Dónde y cómo actuarán estos radares?

La DGT planea utilizar los carro radares especialmente en tramos de obras de 2 a 3 kilómetros, donde se requiere reducir la velocidad para proteger a trabajadores y conductores. Según Marlaska, “son móviles porque están sobre ruedas y pueden desplazarse donde sea necesario”.

El enfoque no es casual: una campaña reciente de la DGT, desarrollada entre el 23 y el 29 de junio de 2025, evidenció el escaso respeto por los límites de velocidad en tramos de obras. De los 240.170 vehículos controlados, 14.964 fueron denunciados, y en el 86% de los casos la infracción fue por exceso de velocidad.

La presión de los radares no se detiene

El despliegue de estos nuevos dispositivos se suma a una red ya consolidada de radares fijos, móviles, de tramo y drones, en una estrategia que la DGT defiende como necesaria para reducir la siniestralidad. Aunque para algunos conductores puede parecer una medida punitiva, las cifras indican que la velocidad sigue siendo el talón de Aquiles en la seguridad vial española.

El mensaje de Tráfico es claro: conducir rápido cuesta vidas. Y ahora, la vigilancia será aún más flexible y eficaz, con unidades capaces de aparecer donde menos se las espera. Una medida que busca no solo sancionar, sino disuadir y concienciar, en un contexto donde la seguridad de todos está en juego.