BMW y VOGE

Se da cuenta de que la BMW F 900 GS vale el doble que la Voge 900 DSX cuando hasta los tornillos son iguales: "Pero BMW los firma"

La tornillería de la BMW F 900 GS comparada con la de la Voge 900 DSX
La tornillería de la BMW F 900 GS comparada con la de la Voge 900 DSX

En Desguaces Motocoche han destapado una de esas comparativas que ponen patas arriba el mundo de las dos ruedas. Dos motos separadas por casi 9.000 euros de diferencia, pero que, pieza a pieza, resultan ser sorprendentemente parecidas: la Voge 900 DSX y la BMW F 900 GS.

A simple vista, cualquiera pensaría que el abismo de precios entre ambas se debe a una gran diferencia técnica o de calidad. Sin embargo, al analizar cada componente, los expertos de Desguaces Motocoche han descubierto que no solo comparten el mismo motor, sino también muchos de sus elementos estructurales… incluso la tornillería.


Un mismo corazón mecánico

El motor de ambas motos proviene de Loncin, el fabricante chino que produce el propulsor bicilíndrico de 895 cc que da vida tanto a la Voge 900 DSX como a la BMW F 900 GS. Se trata, por tanto, del mismo bloque en esencia: dos cilindros en línea, refrigeración líquida y una potencia en torno a los 105 CV, con una entrega lineal y robusta típica de las trail de media-alta cilindrada.

Pero lo curioso no termina ahí. Según explican desde Desguaces Motocoche, incluso la tornillería utilizada en el ensamblaje de ambas motos es idéntica. La única diferencia visible es que en la BMW los tornillos llevan el logotipo de la marca grabado, algo que no cambia su funcionalidad pero sí aumenta el coste final.


Componentes idénticos: estriberas, frenos y caballete

El análisis ha ido más allá del motor. Las estriberas, las pinzas de freno e incluso el caballete central son exactamente los mismos en ambos modelos.
Voge, filial premium de Loncin, ha sabido aprovechar su colaboración con BMW para integrar componentes de alta calidad a un precio mucho más accesible.

“Cuando comparas los dos modelos en detalle, cuesta entender de dónde sale tanta diferencia de precio”, señalan desde Desguaces Motocoche. Y no les falta razón.


La diferencia: los extras (y el logo)

Aquí es donde el asunto se pone interesante. La Voge 900 DSX, con un equipamiento de serie muy completo —pantalla TFT, control de tracción, modos de conducción, caballete central, cubrecárter y maletas opcionales integradas— cuesta unos 9.200 euros.

Mientras tanto, la BMW F 900 GS parte de un precio base más elevado, y si se equipa con todos los extras equivalentes a los que trae la Voge de fábrica, la factura se dispara hasta los 18.000 euros.

En otras palabras: para tener una BMW con el mismo equipamiento que la Voge, hay que pagar literalmente el doble.

@desguacemotocoche

 

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¿Mismo ADN, distinta etiqueta?

La comparación ha encendido el debate entre los motoristas: ¿hasta qué punto pagamos por la marca? La realidad es que, técnicamente, ambas motos comparten más de lo que las separa. La BMW ofrece su red de servicio, el prestigio de su nombre y una garantía de trayectoria; la Voge, por su parte, ofrece una relación calidad-precio difícil de batir con un rendimiento muy similar.


El veredicto

Con esta comparativa, Desguaces Motocoche ha puesto sobre la mesa una evidencia que muchos sospechaban: la brecha de precio no siempre se justifica por las diferencias técnicas.

La Voge 900 DSX emerge como una alternativa sólida, moderna y asequible frente a la BMW F 900 GS, demostrando que la ingeniería compartida entre marcas ya no es exclusiva de los fabricantes europeos.

Porque, al final, cuando dos motos comparten el mismo motor, la misma tornillería y las mismas pinzas de freno… quizá lo único realmente distinto sea el logotipo del depósito.