La DGT prepara el mayor endurecimiento de algunas multas en 20 años (y una afecta a los moteros)
España se acerca a uno de los mayores cambios normativos en materia de seguridad vial de las últimas décadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que varias medidas —algunas especialmente duras— están a punto de entrar en vigor entre finales de 2025 y comienzos de 2026. Todas persiguen un objetivo: reducir la siniestralidad en carretera, que continúa siendo uno de los principales problemas de seguridad pública en el país.
Aunque ninguna de estas novedades está aún plenamente implementada, los textos ya se mueven en el ámbito parlamentario y jurídico, y Tráfico los da prácticamente por hechos.
Una nueva tasa de alcoholemia: España será uno de los países más estrictos de Europa
La medida más polémica es, sin duda, la rebaja drástica del límite de alcohol permitido.
Si se aprueba definitivamente, el límite pasará a ser de 0,1 mg por litro de aire expirado, equivalente a 0,2 g/l en sangre. La intención de la DGT es clara: un margen mínimo, casi cero, para el consumo de alcohol al volante.
Las sanciones previstas son escalonadas:
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Entre 0,1 y 0,25 mg → 200 euros + 2 puntos
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Entre 0,26 y 0,5 mg → 500 euros + 4 puntos
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Más de 0,51 mg → 1.000 euros + 6 puntos
En noveles y profesionales, la tolerancia será total: cualquier cantidad por encima de 0,0 supondrá sanción.
Los casos más graves seguirán tramitándose por la vía penal, como hasta ahora.
Adelantamientos peligrosos: multas reforzadas y prohibiciones en condiciones extremas
La DGT también endurecerá la regulación de una de las maniobras que más accidentes genera.
Se sancionará especialmente:
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Adelantar con nieve o hielo en la calzada
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Adelantar rebasando líneas continuas rojas
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Adelantamientos que comprometan la estabilidad de otros vehículos
Las multas oscilarán entre 200 y 400 euros, siempre acompañadas de la pérdida de 4 puntos.
Motoristas: casco integral o modular obligatorio en vías interurbanas
Una de las medidas más comentadas afecta a uno de los colectivos más vulnerables: los motoristas.
Será obligatorio, en carreteras interurbanas, el uso de:
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Casco integral
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O casco modular
No cumplir esta norma supondrá 200 euros y 4 puntos.
Tráfico justifica esta exigencia recordando que los motoristas siguen representando un porcentaje desproporcionado de víctimas en carretera.
Las motos podrán usar el arcén en atascos… pero bajo reglas estrictas
Por primera vez en España, las motos podrán circular por el arcén derecho en caso de retención, imitando un modelo ya implantado en países del norte de Europa.
Pero solo si:
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Van a menos de 30 km/h
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No obstaculizan a bicicletas
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No entorpecen a servicios de emergencia
Circular por el arcén antes de la entrada en vigor de la norma supondrá igualmente 200 euros de multa.
Obligatorio crear un “pasillo de emergencia” en retenciones
Otra novedad importante: cuando haya retenciones en autovías o autopistas, los conductores deberán dejar un pasillo central para permitir el paso de ambulancias y policía, tal como ya ocurre en Alemania o Austria.
La infracción será de 200 euros.
Las Zonas de Bajas Emisiones siguen expandiéndose
Las ciudades de más de 50.000 habitantes seguirán obligadas a implantar y ampliar las ZBE. La DGT y el Ministerio de Transportes consideran que estas zonas contribuyen a la reducción de emisiones y, por extensión, también a la seguridad vial.
RACE: “Una normativa más estricta que penaliza todavía más las malas prácticas”
Aunque algunos sectores consideran excesivas las nuevas obligaciones, el RACE resume así la filosofía del Gobierno:
“Se trata de una normativa más estricta que penaliza todavía más las malas prácticas. El objetivo es reforzar la seguridad vial y reducir la siniestralidad”.
Las cifras respaldan la preocupación: España cerró 2024 con repuntes de accidentes mortales en vías convencionales y con un aumento de siniestros protagonizados por motoristas y vehículos de movilidad personal.
Un país que se prepara para convivir con normas más duras
Todo apunta a que el conductor español deberá adaptarse en los próximos meses a una etapa más exigente, donde el control del alcohol, la protección de motoristas y la regulación del tráfico en situaciones de riesgo serán claves.
La DGT sostiene que la sociedad es más madura y que estas medidas salvarán vidas. Sus detractores consideran que se acercan sanciones difíciles de asumir y una vigilancia cada vez más estricta.
Lo que es seguro es que, cuando estas medidas entren en vigor, conducir en España ya no será lo mismo.