Solo un coche por vivienda y un euro de peaje al día por circular: las medidas de la DGT que las motos "esquivan"

La Dirección General de Tráfico (DGT) está cocinando un cambio de calado en la movilidad urbana española: fomentar la ocupación mínima de dos personas por coche en grandes ciudades, inspirándose en modelos europeos como el del carril VAO (Vehículos de Alta Ocupación). Aunque aún en fase de estudio, la iniciativa podría transformar profundamente la forma en que nos movemos… y también cómo se entienden las motos en ese escenario.
Carriles VAO a la española: más pasajeros, menos coches
La lógica detrás del plan es clara: menos coches en circulación, menos atascos, menos emisiones. Para ello, la DGT estudia implantar un sistema de sensores o radares capaces de detectar si un coche lleva al menos dos ocupantes, como ya ocurre en Francia. Esta política, que se aplicaría en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, busca reducir el número de desplazamientos individuales en coche privado.
Pero la propuesta no se detiene ahí. También se están valorando otras medidas polémicas:
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Limitar a un solo coche por vivienda, salvo excepciones.
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Cobrar un euro diario a vehículos no residentes, una fórmula ya activa en Baleares, donde la movilidad turística satura las carreteras.
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Tarifas más altas (de hasta 150 euros) para los vehículos más contaminantes en islas como Mallorca.
¿Y las motos? ¿Afectadas o favorecidas?
A primera vista, las motocicletas podrían salir ganando en este nuevo paradigma de movilidad. Por varias razones:
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Eficiencia urbana: ocupan menos espacio, contaminan menos (especialmente las eléctricas) y agilizan el tráfico.
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Exclusión de restricciones: muchas veces las motos quedan al margen de limitaciones pensadas para coches, como ya ocurre en Madrid Central o las ZBE.
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Monoplaza por lógica: si lo que se penaliza es circular solo en coche, las motos —que en su mayoría transportan a una sola persona— podrían verse reivindicadas como solución urbana.
Sin embargo, cabe hacerse algunas preguntas clave. ¿Quedarán exentas del control de ocupación? ¿Se beneficiarán de accesos prioritarios o bonificaciones si la normativa entra en vigor? ¿Aprovechará la DGT esta coyuntura para fomentar el uso de la moto urbana como alternativa válida al coche privado?
Una oportunidad... o un nuevo campo de batalla
Lo que está claro es que la moto puede volver a estar en el centro del debate. Durante años, la motocicleta ha sido vista con recelo por muchas administraciones locales, que han limitado su aparcamiento o acceso pese a sus beneficios para la fluidez del tráfico. Pero este tipo de medidas podrían cambiar esa percepción.
Con el coche privado sometido a más trabas y peajes, la motocicleta podría posicionarse como la solución intermedia perfecta: ágil, económica, con emisiones moderadas y sin la necesidad de transportar más de un pasajero.
¿El futuro? Menos coches, más alternativas
La DGT, en sintonía con las políticas europeas, parece decidida a forzar un cambio de paradigma: menos vehículos privados circulando en solitario y más eficiencia en el transporte. Ese objetivo pasa por multimodalidad, transporte público, movilidad compartida… y también más motos.
Si las medidas avanzan, como todo indica, y se hace un buen trabajo de comunicación y diferenciación, podríamos estar ante una oportunidad histórica para revalorizar la moto urbana en España. Pero todo dependerá, como siempre, de la letra pequeña. Y de cómo la DGT decida aplicar este principio de "cuantos más, mejor"… sin dejar atrás a quienes ya llevan años optando por vehículos más ligeros, prácticos y racionales.