La Guardia Civil lanza a las calles a su "motoristas camuflados" con estas motos

Cada verano, cuando las temperaturas suben y las motos salen en masa a devorar kilómetros por las carreteras españolas, reaparece una figura temida y casi invisible: las motos camufladas de la Guardia Civil. Lo que comenzó como un experimento limitado, hoy se ha convertido en una presencia constante en las vías más transitadas por motoristas. Este 2025 no será una excepción.
Según ha confirmado el diario Salamanca Hoy, ya están operativas en algunas provincias, como Salamanca, y se espera que se desplieguen por todo el país. La Dirección General de Tráfico (DGT) no da detalles concretos sobre las zonas de patrulla por razones de operatividad, pero el mensaje es claro: ya están en marcha.
¿Qué modelos de moto utiliza la Guardia Civil camufladas?
Hasta el año pasado, los dos modelos principales que se habían visto en circulación como motos camufladas eran la Honda ST 1300 Pan European y la BMW R 1150 RT, dos modelos de gran turismo con potencia y estabilidad, ideales para vigilancia discreta a largo recorrido. En los últimos meses, se han sumado también unidades del penúltimo modelo de la BMW R 1200 RT, probablemente procedentes del parque de vehículos en retirada de la propia Agrupación.
Estos vehículos no llevan distintivos visibles. Ni rotulaciones, ni luces a la vista, ni matrículas con las siglas “PGC” (Propiedad de la Guardia Civil). Incluso los agentes que las conducen pueden vestir de forma ambigua: ropa de motorista genérica y, en algunos casos, chaleco reflectante sin insignias claras.
En otras palabras, son prácticamente imposibles de detectar a simple vista hasta que ya es demasiado tarde.
¿Para qué se utilizan estas motos?
Según fuentes de la propia Guardia Civil, la función principal de estas motos es disuasoria, pero también se centran en vigilar comportamientos peligrosos entre motoristas, como adelantamientos indebidos, exceso de velocidad, conducción temeraria o uso indebido de dispositivos electrónicos.
La DGT ya ha advertido que estarán especialmente presentes en las "carreteras moteras" este verano, es decir, en aquellas rutas populares entre los aficionados a las dos ruedas por su trazado revirado, sus paisajes espectaculares… y también su siniestralidad.
Cifras que preocupan: casi 2.400 motoristas fallecidos desde 2020
El aumento de accidentes mortales entre motoristas ha obligado a Tráfico a actuar. En lo que va de década, casi 2.400 motoristas han perdido la vida en las carreteras españolas, una cifra escalofriante. Solo en 2024 fueron 286 fallecidos, todos en vías interurbanas.
Por eso, las motos camufladas no son una anécdota ni una anécdota mediática: son parte de una estrategia para reducir la siniestralidad. El objetivo, como señalan desde la DGT, es simple pero contundente: "Evitar que el buen tiempo se traduzca en más cruces con flores en las curvas".
¿Cómo evitar sorpresas?
Los expertos recomiendan prudencia, incluso si no se detectan controles visibles. Porque la vigilancia está ahí, aunque no la veas. Respetar los límites, mantener la trazada segura y no asumir riesgos innecesarios sigue siendo la mejor manera de disfrutar del viaje… y evitar sanciones.
Este verano, las motos camufladas vuelven al asfalto, silenciosas, discretas, pero muy presentes. Un recordatorio para todos: la seguridad siempre debe ir por delante del acelerador.