Retrovisor roto, multa injusta y póliza cancelada: el caso que desata críticas contra MAPFRE
La convivencia entre motos y patinetes eléctricos vuelve a estar en el centro del debate. Esta vez, por el testimonio de un asegurado que asegura haberse quedado totalmente desamparado por su compañía, MAPFRE, tras encadenar un accidente, una multa y una posterior rescisión de su póliza sin explicaciones.
El relato, compartido en plataformas de opinión, resume una experiencia que el propio cliente califica de “frustrante” y que ya está generando debate en redes.
Un accidente con un patinete que termina en atestado… y silencio
Todo comenzó en junio de 2025, cuando un motorista circulaba por una calle de su ciudad y, según explica, un usuario de patinete eléctrico cruzó un paso de peatones “a toda leche”. El impacto fue inevitable: el patinete acabó en el suelo con un chichón, y la moto con un retrovisor roto y un faro dañado.
La Policía Local acudió al lugar y levantó un atestado en el que, según el testimonio, el agente señaló como responsable al conductor del patinete, que además no tenía seguro.
Para el motorista, aquel debería haber sido un trámite sencillo de gestionar a través de su póliza.
No fue así.
Una multa que no era suya… y una gestión que parecía encarrilada
Meses después, en octubre de 2025, el asegurado recibió una multa de tráfico de la misma zona del accidente, pero correspondiente a agosto, una fecha en la que él estaba trabajando.
Como era lógico, activó la asistencia jurídica de su seguro. Aportó el justificante de fichaje laboral y MAPFRE tramitó el recurso.
Hasta ahí, todo correcto.
Pero cuando volvió a preguntar por el estado del accidente con el patinete, la sorpresa fue mayúscula: el atestado, según dice, “se había traspapelado”, y la compañía le comunicó que no podía hacer nada sin los datos del otro implicado.
La decisión que lo cambia todo: MAPFRE no renueva su póliza
La situación dio un giro aún más inesperado en noviembre de 2025, cuando el motorista recibió una notificación:
MAPFRE no renovaría su póliza cuando finalizara el contrato en febrero.
Sin motivos. Sin explicaciones. Sin haber tenido culpa en ninguno de los dos incidentes, según su versión.
Para el cliente, el mensaje fue claro:
si hay problemas, “me dan la patada y adiós”.
Un cliente que se siente desamparado
El testimonio resume su sensación con una frase contundente:
“Mientras cobren y no pase nada, genial; pero cuando se tienen que molestar, te dejan tirado”.
Asegura quedarse con una multa “en el aire”, un retrovisor y un faro sin reparar, y la incógnita de qué ocurrirá si la situación con el patinete se complica cuando él ya no esté asegurado con la compañía.
La respuesta de MAPFRE
MAPFRE sí ha contestado públicamente a la reseña, remitiendo al afectado a su servicio de Atención al Cliente:
“Lamentamos los inconvenientes que hayas podido tener. (…) Déjanos tus datos y te llamamos lo antes posible para revisar tu caso”.
El motorista, no obstante, insiste en que su confianza en la aseguradora ha quedado rota y no recomienda la compañía.