Se mete con su BMW R 1300 GS Adventure a hacer off road y acaba en el río

La escena no ha tardado en hacerse viral: una flamante BMW R 1300 GS Adventure, recién estrenada, descendiendo una pequeña trialera antes de cruzar un río. Todo iba relativamente bien... hasta que la rueda delantera se clavó en la orilla. Resultado: la moto quedó atascada y el piloto salió volando directamente al agua.
El vídeo ha corrido como la pólvora en grupos de trail y foros de adventure. No tanto por la caída —que podría haberle pasado a cualquiera— sino por lo que representa: una moto de más de 20.000 euros, supuestamente pensada para devorar pistas y senderos, que no ha podido superar un obstáculo básico sin acabar en el suelo.
¿Culpa de la moto o del piloto?
Como era de esperar, las opiniones se dividen. Algunos culpan al piloto:
@amanda.pagliari No youtube os caras HA HA HA . . . #bmw1250gsa #r1300gsa #moto #bigtrail #duasrodas #viagemdemoto ♬ som original - Michel Leonardo
"No tiene ni la más mínima experiencia en campo. Se ve que no sabe posicionarse sobre la moto, ni gestionar el peso, ni controlar la frenada."
Otros, sin embargo, miran directamente hacia la moto:
"Esto demuestra que la R 1300 GS Adventure, por mucha electrónica que tenga, sigue siendo una moto demasiado grande y pesada para hacer off road real."
Lo cierto es que la GS no es una trail ligera. Con más de 240 kilos en orden de marcha, y una potencia descomunal para su segmento, exige manos expertas si se quiere meter en faena fuera del asfalto. Sí, tiene modos off road, ayudas electrónicas, suspensiones semiactivas y una ingeniería de primer nivel. Pero ni todo eso puede sustituir a la física. Y la física no perdona cuando una rueda delantera se hunde en barro junto a un río.
¿Qué nos dice esta caída?
El incidente ha reabierto un debate que no es nuevo: ¿hasta qué punto las maxi-trail están diseñadas para el campo... o solo para aparentar? Porque una cosa es rodar por una pista fácil y otra muy distinta enfrentarse a trialeras, cruces de ríos y terrenos rotos.
Y aunque es cierto que muchos pilotos experimentados llevan GS por el mundo —y lo hacen muy bien— también lo es que una gran parte de los compradores no tiene esa experiencia, y ahí es donde empiezan los problemas.
Una moto excelente… para lo que realmente se usa
La BMW R 1300 GS Adventure es sin duda una moto espectacular en carretera, con una posición de conducción cómoda, mucha tecnología, y una capacidad de carga que la convierte en una viajera incansable. Pero cuando se sale del asfalto, su tamaño y peso se vuelven enemigos si el piloto no sabe exactamente lo que está haciendo.
¿Puede hacer campo? Sí, en buenas manos.
¿Es la mejor opción para aprender a hacerlo? Posiblemente no.
Una caída, una orilla de río y una BMW en el barro han sido suficientes para volver a sacar el tema a la luz. Porque, más allá de modas y campañas publicitarias, no todas las motos valen para todo. Y lo mismo ocurre con los pilotos.