Se da un golpe con su moto y AMV tarda 45 días en mandar a un perito
Un asegurado de AMV Seguros ha compartido una experiencia que pone en cuestión la eficacia y la rapidez del servicio de la compañía en casos de siniestros. Según relata, su moto fue golpeada mientras estaba aparcada, y desde entonces ha enfrentado numerosas dificultades para que se gestionara la reparación y el reembolso de los gastos derivados del accidente.
El afectado señala que la compañía tardó 45 días en enviar un perito, y cuando finalmente se presentó, se mostró reticente a autorizar la reparación de la moto. Durante este tiempo, el usuario estuvo 97 días sin vehículo, lo que le generó gastos adicionales, incluidos los desplazamientos en taxi, que AMV no ha querido cubrir. Actualmente, el caso se encuentra en juicio, ya que la compañía sigue sin asumir la responsabilidad ni reembolsar los costes.
Lo más preocupante para el asegurado es que, según su testimonio, las complicaciones vinieron exclusivamente por parte de AMV, mientras que la compañía del otro implicado, AXA, no tiene constancia de los problemas generados. La frustración es evidente: “Una vergüenza. Unos sinvergüenzas. Recordad que lo barato, a veces, sale caro”, enfatiza, advirtiendo a otros usuarios sobre los riesgos de elegir una aseguradora solo por el precio.
AMV Seguros respondió públicamente a través de Trustpilot, expresando su deseo de ayudar a resolver la situación. Sin embargo, señalaron que con los datos proporcionados no podían identificar al usuario y le solicitaron más información para poder evaluar el caso. Esta respuesta refleja la dificultad que enfrentan los clientes para obtener soluciones rápidas y claras cuando surgen problemas con su seguro.
Este caso pone de relieve una cuestión clave en el sector asegurador: la importancia de la rapidez en la gestión de siniestros y la cobertura de gastos adicionales cuando el vehículo no está disponible. Para muchos clientes, la tranquilidad de estar asegurados se ve comprometida cuando los procesos son lentos, la comunicación es deficiente y los gastos derivados del siniestro quedan sin cubrir.
La experiencia de este usuario sirve como advertencia para los conductores: antes de contratar un seguro, es crucial revisar no solo el precio de la póliza, sino también la fiabilidad del servicio post-siniestro, la cobertura real y la capacidad de la compañía para actuar de manera eficiente y transparente. En el caso de AMV Seguros, esta historia refleja cómo un proceso aparentemente sencillo puede transformarse en un largo y costoso viaje burocrático para el cliente.