Miran la cadena y el cárter de una BMW C650 y alucinan: "Está lleno de plástico"
En Motorbike Barcelona, un taller especializado con años de experiencia en motocicletas de alta gama, han desmontado recientemente una BMW C650 GT con 40.000 kilómetros, y lo que encontraron en el interior del motor ha dejado atónitos a los mecánicos. Una scooter que, en principio, debería destacar por su fiabilidad y calidad de acabados, ha revelado un estado mecánico preocupante, con daños severos en el sistema de distribución y un mantenimiento que se prevé carísimo y complejo.
Un cárter lleno de sorpresas desagradables
Al abrir el cárter, donde se aloja la cadena interna de la moto, los mecánicos se encontraron con una superficie interior de acabado rugoso, algo poco habitual en un motor de estas características. Pero lo más llamativo fue la presencia de restos de plástico mezclados con aceite usado. Según los técnicos, estos fragmentos provienen de los tensores plásticos de la cadena de distribución, que aparentemente se han desintegrado con el paso del tiempo.
El diagnóstico no fue mejor al inspeccionar la cadena: está gripada, destensada y emite un ruido metálico constante al girar. Los dientes están doblados y el tensor, claramente deteriorado, ya no cumple su función. En otras palabras, el sistema de distribución está en un estado que compromete gravemente el funcionamiento del motor.
Una operación de alto coste y gran complejidad
Pero lo más problemático no es solo el estado de las piezas, sino el trabajo que implica su sustitución. En este modelo concreto, para cambiar la cadena de distribución es necesario desmontar el semibasculante, lo que convierte la operación en una intervención larga, laboriosa y cara. Algo que, según los expertos, “no tiene mucho sentido para una maxiscooter”.
Como si fuera poco, esta avería coincide con otras tareas de mantenimiento importantes que ya tocan por kilometraje: bujías, rodillos del variador y bomba de agua, lo que hace que el coste total de la revisión se dispare.
“No entiendo el sistema de BMW”, se lamentaba uno de los mecánicos, al comprobar cómo una moto que aspira a ser una referencia en el segmento premium requiere tantas horas de mano de obra y una factura tan elevada para operaciones que en otros modelos se resuelven con mayor facilidad.
¿Un fallo de diseño o desgaste prematuro?
Aunque cada caso debe analizarse de forma individual, lo cierto es que no es la primera vez que aparecen quejas relacionadas con el sistema de distribución de la BMW C650 GT. La presencia de materiales plásticos en zonas críticas, como los tensores, y el diseño cerrado del motor dificultan enormemente el mantenimiento y aumentan la posibilidad de que una revisión rutinaria se convierta en una reparación mayor.
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Este caso en Motorbike Barcelona vuelve a abrir el debate sobre la durabilidad real de algunos componentes en motos de alta gama y si, realmente, el usuario está recibiendo lo que espera al invertir en una marca con reputación premium.
Para el propietario de esta C650 GT, la experiencia no podría haber sido más frustrante: una moto con poco más de 40.000 km que necesita una intervención profunda y costosa, cuando lo que debería ofrecer es comodidad, fiabilidad y facilidad de uso. Una historia que deja claro que, en el mundo de las dos ruedas, no todo lo que lleva un logo de prestigio garantiza tranquilidad.
