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SWM lanza una muscle bike inspirada en Transformers

SWM Bumblebee
SWM Bumblebee

En el EICMA 2025 de Milán, entre lanzamientos previsibles y evoluciones continuistas, hubo un concepto que consiguió algo cada vez más difícil: sorprender de verdad. Su nombre no dejaba lugar a dudas sobre la intención. SWM Bumblebee. Un prototipo que conecta directamente con el imaginario de Transformers y que funciona como declaración de intenciones de hacia dónde quiere avanzar la marca italiana.

SWM y su historia entre Italia y China

SWM (Speedy Working Motors) nació en Milán en 1971, fundada por Pietro Sironi y Fausto Vergani con un objetivo claro: fabricar motos off-road de alto rendimiento. Durante años fue una referencia en el mundo del campo, hasta que en 1984 desapareció por problemas financieros.

El renacer llegó dos décadas después, cuando el ingeniero Ampelio Macchi impulsó su regreso junto al grupo chino Shineray. Desde entonces, SWM mantiene una identidad muy clara: diseño y filosofía italianos, con el respaldo industrial y financiero del capital chino. Una combinación cada vez más habitual en la industria… y cada vez menos problemática si el producto convence.

SWM Bumblebee
SWM Bumblebee

Bumblebee, del cine a dos ruedas

En la saga Transformers, Bumblebee es uno de los personajes más carismáticos. En los cómics originales era un Volkswagen Escarabajo; en el cine, un Chevrolet Camaro, decisiones más ligadas a licencias que a coherencia narrativa. SWM toma ese símbolo —el del vehículo con personalidad propia— y lo traslada al mundo de la moto.

El resultado es un concepto que no intenta pasar desapercibido. La SWM Bumblebee es visualmente impactante, con una presencia musculosa, proporciones contundentes y un diseño que mezcla custom, muscle bike y estética futurista. No es una moto pensada para gustar a todos, sino para dejar claro que SWM quiere jugar en otra liga.

Un motor con ADN muy reconocible

Aunque SWM no ha desvelado todos los datos técnicos, sí ha confirmado el corazón del proyecto. El motor procede de la Stormbreaker: un V-twin a 45 grados, de 1.200 cc, basado en un propulsor de origen Harley-Davidson.

Las cifras hablan de 85 CV (62 kW) y un par máximo de 90 Nm, con refrigeración por aire y aceite. No es un motor pensado para cifras extremas, sino para entrega de par, carácter y sensaciones, algo coherente con la filosofía del concepto.

Cuenta con cambio de seis velocidades, cumple la normativa Euro 5+ y, en lugar de cadena, utiliza transmisión secundaria por correa dentada, un guiño claro al universo Harley y a un enfoque más cruiser que deportivo.

¿Concepto o futura moto de serie?

Desde SWM aseguran que el objetivo final es llevar la Bumblebee a producción, aunque no han fijado plazos ni confirmado qué partes del diseño llegarían intactas al modelo definitivo. Aun así, el mensaje es claro: esto no es solo un ejercicio de estilo.

La Bumblebee representa la apuesta por diseño y carácter, frente a una industria cada vez más homogénea. Una moto con personalidad, pensada para quien quiere algo diferente, incluso provocador.

Una estrategia a dos frentes

La Bumblebee no llegó sola a Milán. SWM también presentó el Nomader Hybrid, un concepto radicalmente distinto, más cercano a un quad híbrido, enfocado a la practicidad y a nuevas soluciones de movilidad.

Ambos modelos responden a una estrategia clara:

  • Bumblebee: diseño, prestaciones y emoción.

  • Nomader Hybrid: tecnología, eficiencia y funcionalidad.

Dos caminos distintos para una misma marca que busca redefinirse sin renunciar a su historia.

El mensaje de SWM

Con la SWM Bumblebee, la marca deja claro que no quiere limitarse a sobrevivir en el mercado. Quiere destacar, arriesgar y recuperar ese espíritu rebelde que siempre ha acompañado a las motos con alma.

No sabemos todavía si este “Transformer de dos ruedas” llegará a los concesionarios tal y como lo vimos en el EICMA. Pero sí sabemos algo: SWM ha conseguido que se hable de ella. Y en un sector saturado de propuestas previsibles, eso ya es una victoria.