Una R bicilíndrica por 17.000 euros: KTM ya tiene su nueva "joya" deportiva
KTM llevaba años dejando pistas de que quería volver al terreno de las deportivas puras. Desde que la RC8 desapareció del catálogo, muchos esperaban una heredera que recogiera su espíritu, pero adaptada a los tiempos modernos. Esa espera ha terminado. La KTM 990 RC R ya es una realidad y llega con una propuesta muy clara: una deportiva de media cilindrada, potente, tecnológicamente avanzada y con un enfoque real hacia el disfrute tanto en carretera como en circuito.
Con un precio de 16.699 euros, la nueva RC R se sitúa en un punto intermedio muy interesante frente a rivales como la Ducati Panigale V2, la Yamaha R9, la Aprilia RS 660 o incluso la exclusiva MV Agusta F3. No es la más barata, pero tampoco pretende serlo. Su apuesta está en el equilibrio entre prestaciones, tecnología y sensaciones.
Una deportiva nacida de la experiencia en competición
La 990 RC R toma como punto de partida la base técnica de la 990 Duke, pero todo ha sido reinterpretado para dar forma a una auténtica deportiva carenada. KTM ha trabajado durante años en este proyecto, con una clara influencia de su experiencia en MotoGP, Moto2 y Moto3.
El resultado es una moto que recupera el espíritu de las RC más radicales, pero adaptada a un uso realista, sin renunciar a la precisión ni al carácter que se espera de una KTM de este nivel.
Motor LC8c: potencia utilizable y carácter deportivo
El corazón de la 990 RC R es el conocido bicilíndrico en paralelo LC8c, con una cilindrada de 947 cc. En esta versión entrega 130 CV a 9.500 rpm y un par máximo de 103 Nm a 6.750 rpm, cifras más que suficientes para ofrecer sensaciones deportivas sin caer en excesos innecesarios.
Este propulsor destaca no solo por su rendimiento, sino también por su ligereza: apenas 57,2 kilos, lo que contribuye a un conjunto muy equilibrado. El motor incorpora un sistema de admisión revisado, tomas integradas en el subchasis y un escape de acero inoxidable con catalizador central. Todo ello afinado mediante tres sensores lambda para optimizar consumo y respuesta.
La entrega de potencia es progresiva, directa y aprovechable tanto en carretera como en circuito, con una respuesta que invita a estirar marchas sin resultar intimidante.
Parte ciclo pensada para ir rápido… y con control
El chasis multitubular de acero se ha desarrollado buscando el equilibrio entre rigidez y flexibilidad. Con un reparto de pesos del 52,5 % delante y 47,5 % detrás, y un ángulo de dirección de 25 grados, la moto promete estabilidad a alta velocidad y agilidad en cambios de dirección.
El basculante de doble brazo, completamente nuevo, utiliza un sistema de bieletas ancladas en la parte superior, una solución inédita en la familia LC8c. Este diseño mejora la tracción y el comportamiento en aceleración, especialmente sobre asfalto irregular.
El subchasis de aluminio, más ligero que el de la Duke, integra además las tomas de aire, favoreciendo la centralización de masas y una mayor limpieza visual.
Suspensiones WP y frenos de primer nivel
La parte ciclo se completa con suspensiones WP APEX totalmente regulables. Delante, una horquilla invertida de 48 mm con regulación independiente en compresión, extensión y precarga. Detrás, un amortiguador con ajustes de alta y baja velocidad, además de precarga y rebote.
El equipo de frenos está firmado por Brembo, con pinzas monobloque HyPure de cuatro pistones y discos delanteros de 320 mm, acompañados por una bomba radial regulable. Detrás, un disco de 240 mm completa un conjunto pensado para soportar un uso intensivo en circuito.
Ergonomía deportiva, pero utilizable
Uno de los puntos más trabajados ha sido la posición de conducción. La 990 RC R no busca ser extrema, sino eficaz. Las estriberas son regulables en dos posiciones, el manillar tipo clip-on está colocado en una posición deportiva pero razonable, y el asiento, situado a 845 mm, permite un buen control incluso a baja velocidad.
El depósito de 15,7 litros forma parte activa de la ergonomía, ofreciendo un buen apoyo en aceleraciones y frenadas. Todo el conjunto ha sido diseñado para permitir rodar rápido sin castigar en exceso al piloto.
Aerodinámica funcional y diseño con intención
La carrocería ha sido desarrollada en túnel de viento y genera hasta 14,4 kg de carga aerodinámica a 252 km/h. Los alerones, el carenado y las tomas de aire no están ahí por estética, sino para aportar estabilidad y refrigeración.
El diseño mantiene el ADN racing de KTM, con líneas afiladas, colín elevado y una imagen claramente inspirada en la competición. Los detalles funcionales dominan sobre lo ornamental.
Electrónica avanzada y modos personalizables
La electrónica gira en torno a una IMU de seis ejes, que gestiona múltiples sistemas de asistencia. Dispone de cinco modos de conducción: Rain, Street, Sport, Custom y Track, todos ellos configurables.
El ABS ofrece varios niveles, desde un modo completamente activo hasta configuraciones orientadas a circuito, incluyendo un modo Supermoto que libera el eje trasero. También se incluye control de tracción, gestión del freno motor y ajustes personalizados según el estilo de conducción.
Además, KTM ofrece los paquetes opcionales Track Pack y Tech Pack, que añaden funciones como control de salida, anti-wheelie ajustable, quickshifter+, control de crucero o registro de tiempos por vuelta.
Pantalla TFT y conectividad de alto nivel
La instrumentación corre a cargo de una pantalla TFT de 8,8 pulgadas, táctil, antirreflejos y con múltiples opciones de personalización. Permite mostrar navegación, música, datos de conducción y telemetría.
Incluye conectividad con la app KTMconnect, navegación offline, monitorización de presión de neumáticos y puños calefactables, todo de serie. Además, ofrece un modo de prueba que permite utilizar todas las funciones electrónicas durante los primeros 1.500 kilómetros.
Una deportiva con vocación de futuro
La KTM 990 RC R llega con cuatro años de garantía y un amplio catálogo de accesorios PowerParts, incluyendo componentes en carbono, escapes Akrapovič y kits específicos para circuito. En 2026 se sumará una versión Track, pensada exclusivamente para rodar en pista.
Con esta moto, KTM recupera una posición clave en el segmento de las deportivas medias, apostando por una fórmula que mezcla tecnología, carácter y usabilidad real. No es una moto pensada solo para lucirse, sino para disfrutarse a fondo, kilómetro a kilómetro.