La DGT ya no sabe dónde meterse con la chapuza de las balizas V16: este es el vídeo que demuestra el fiasco
La baliza V16, llamada a sustituir a los triángulos de emergencia a partir del 1 de enero de 2026, se ha convertido en uno de los temas más polémicos de la seguridad vial en España. Lo que en principio debía ser un avance tecnológico para reducir atropellos y mejorar la visibilidad en carretera se está transformando en uno de los cambios normativos más contestados por los conductores.
La controversia llevaba semanas creciendo, pero en los últimos días ha explotado con más fuerza que nunca tras la difusión de un vídeo grabado en una carretera de Barcelona. La escena, ampliamente compartida en la red social X, muestra un vehículo detenido en el arcén con los intermitentes encendidos y la baliza V16 sobre el techo. Y lo que se revela en la grabación es lo que ha encendido los ánimos: los intermitentes brillan notablemente más que la propia baliza, que apenas resulta visible a simple vista.
En menos de 72 horas, el vídeo ha superado los 3,5 millones de reproducciones, generando una oleada de críticas, ironías y mensajes de incredulidad entre usuarios que no dan crédito a la escasa visibilidad del dispositivo que reemplazará a los triángulos.
Las advertencias que ya habían señalado los expertos
Entre los más críticos se encuentra Juan Francisco Calero, especialista en motor que, semanas antes de la difusión del vídeo, ya había alertado sobre las limitaciones del dispositivo. Una de sus advertencias más compartidas era clara:
“La baliza tiene tremendas carencias técnicas. En cambios de rasante o en curvas, es imposible verla y es peor que los triángulos”.
El vídeo viral ha sido interpretado por muchos como la confirmación gráfica de esas advertencias. Y aunque técnicamente la iluminación de la V16 debería ser visible a 1 kilómetro, en condiciones reales —y en especial cuando compite con luces del propio vehículo— su comportamiento parece muy distinto.
Reacciones ciudadanas: del humor a la indignación
La difusión del vídeo ha desatado miles de respuestas. Muchos usuarios comentaban que tuvieron que verlo varias veces para localizar la baliza. Otros ironizaban sobre lo absurdo de prohibir los triángulos, mientras que algunos calificaban la medida como una “imposición recaudatoria”.
El sentimiento generalizado es de frustración:
– porque el dispositivo será obligatorio,
– porque las multas previstas ascienden a 200 euros,
– y porque, según muchos usuarios, el cambio no mejora la seguridad en condiciones reales.
Lo que más llama la atención es que, en teoría, la noche debería ser el momento donde mejor se ve una V16. Si en plena oscuridad su iluminación queda eclipsada por unos simples intermitentes, muchos conductores se preguntan qué ocurrirá a plena luz del día.
Un clima de desconfianza creciente hacia la normativa
La polémica continúa alimentándose del contraste entre la normativa y lo que la ciudadanía percibe como una realidad práctica muy distinta. La DGT defiende la transición hacia la V16 por motivos de seguridad, especialmente para evitar atropellos cuando los conductores colocan triángulos en carretera. Pero el vídeo viral ha puesto el foco en otro riesgo: la posibilidad de que la V16 no sea vista a tiempo por el resto de conductores.
La conversación pública ya no gira solo en torno a si las balizas son cómodas o no, sino sobre si realmente cumplen su función principal: hacerse ver.
No se porque os quejáis tanto de la baliza V16, si es genial y se ve a kilómetros pic.twitter.com/NUDkScajQq
— Neodel (@Neodel) November 21, 2025