Una startup de compra-venta se niega a comprar una Ducati Panigale V4 R: “Tenía un pequeño roce en un alerón”

Una Ducati Panigale V4 R no es una moto fácil de encontrar. Y mucho menos de pagar. A cualquier compra-venta le gustaría poder ofrecerla. Pero recientemente nos hemos enterado de un caso que te puede hacer volar la cabeza. Un conocido compra-venta de Madrid llamado Cuimo ha rechazado comprar a un cliente una Ducati Panigale V4 R solo porque no les gustó ni un pelo el estado físico en el que se encontraba. Hablamos de una moto que no es fácil de encontrar por menos de 49.000 euros en el mercado de segunda mano.
Solo hay tres motos como esta a la venta si echas un vistazo rápido por los principales pórtales de venta de segunda mano. Con esto ya nos podemos hacer una idea de lo “doloroso” que tuvo que ser para el compra-venta de motos Cuimo rechazar la compra de esta unidad. Pero lo cierto es que las palabras de Luis, responsable de Reacondicionamiento y Calidad de Cuimo dejan claro que las razones por las que rechazaron esta Ducati merecieron la pena. Al menos si lo que buscas es vender un producto de alta calidad a tus clientes, claro.

Cuando los profesionales de Cuimo se trasladaron a ver esta Ducati Panigale, se quedaron un poco alucinados. La moto, de primeras, es muy espectacular. No todos los días se ve una Ducati Panigale V4 R Y todo parecía que daba los pasos que se esperan. El cliente le entregó todas las facturas de mantenimiento (o al menos las más elementales) y ahora tocaba revisar punto por punto la moto en cuestión. No hay que olvidar que este tipo de ‘superbikes’ tienen un mantenimiento carísimo (sin ir más lejos, hay que sustituir el embrague en seco cada 6.000 kilómetros, lo que supone un gasto de alrededor de 3.000 euros).
“No reunía la calidad que buscamos. Era una moto muy dejada”, detallan desde Cuimo. Lo cierto, y lo que nos ha llamado la atención en ELMOTERO.es, es que la razón por la que rechazaron no fue necesariamente porque no tuviera el mantenimiento adecuado, sino porque no se fiaron a primera vista de lo que vieron. La moto tenía un pequeño roce en un alerón, la cadena estaba poco cuidada, el escape Akrapovic estaba impregnado de aceite que a su vez se había quemado con las altas temperaturas… en definitiva, que era una moto de 50.000 euros que no estaba tratada con el mimo que merece. Y esto hizo saltar las alarmas del personal de Cuimo.

“Son motos que hay que mirarlas muy bien”, insiste Luis en declaraciones a El Motero. Para el responsable de Calidad, la venta de una moto va mucho más allá de lo meramente mecánico. Según sus apreciaciones, si se quedaban esta Ducati Panigale V4 R y la vendían, cosa que con el tiempo acabaría pasando, la sensación del cliente no habría sido la que debería una vez llegado a casa precisamente por eso; porque si vendes una moto tan espectacular como esta, las sensaciones al verla en el garaje deben ir a la altura. Y eso es lo que busca Cuimo.
Sin ir más lejos, Luis también recuerda un caso similar en el que un cliente de Valencia puso a la venta de golpe dos Ducati Panigale, una R y una S. Ante las dudas y la necesidad de Cuimo de saber el estado de la moto que acabarán vendiendo, se trasladaron en coche a Valencia para comprobar punto por punto las motos. En este caso sí las compraron, pero no dejaron nada al azar. Y, por cierto, ya las han vendido también.
¿QUÉ CRITERIOS SIGUE UN COMPRA-VENTA COMO CUIMO?
“No queremos engañar a nadie, pero tampoco que nos engañen a nosotros. Intentamos se claros y transparentes”. Hemos querido empezar por su respuesta, que aunque no aclara punto por punto los pasos que siguen, sí que representa muy bien lo que pasó con la Ducati Panigale V4 R. Al final el negocio consiste en vender motos. Y si las vendes bien, conseguirás que los clientes sigan comprando. Es sencillo, pero no todos lo hacen bien.

En Cuimo tienen un doble sistema de verificación de las motos. Pero lo que más importa es lo que representa esta Ducati. Si un trabajador se traslada a ver la moto y no le transmite lo que le tiene que transmitir, prefieren no comprar la moto. “Al final los que damos la garantía somos nosotros”, detalla.
Muchos compra-venta dan garantías externas que te cubren solo las piezas que menos se rompen. En el caso de Cuimo, si se te rompe la moto les reclaman a ellos. Y claro, como te toque dar la cara por cada una de las motos que vende este gran compra-venta, valiente negocio. “No miramos tanto el dinero, sino la calidad humana e intentamos que el cliente no se sienta engañado”, detalla. “Perdemos dinero con muchas motos con tal de cuidar lo que se vende”, insiste. Y sí, con la Panigale probablemente perdieron dinero, pero al menos ganaron en credibilidad.