Le roban los cascos de su moto y la Mutua dice que no paga un duro porque el baúl no está dañado
Un asegurado de Mutua Madrileña ha expresado su indignación tras recibir una respuesta negativa de la compañía a su reclamación por el robo de dos cascos de moto sustraídos del baúl del vehículo, estacionado en el patio delantero de su vivienda.
Según el testimonio del afectado, los ladrones entraron en su propiedad privada, accediendo al patio y forzando la apertura del baúl donde se encontraban los cascos. Tras presentar la correspondiente denuncia ante la Policía y entregar toda la documentación exigida por la aseguradora, el cliente asegura que la respuesta de Mutua Madrileña fue tajante: no cubrían el siniestro.
El motivo alegado por la compañía, según relata el afectado, fue que “no había daños en el baúl” y que “la valla de la vivienda no era lo suficientemente alta” para considerarse un recinto cerrado y seguro. Sin embargo, el cliente desmiente tajantemente esta versión:
“La valla de mi casa mide tres metros, y en el contrato no se especifica absolutamente nada sobre la altura mínima ni sobre exclusiones de este tipo. Además, tengo cobertura de robo en mi póliza, así que no hay motivo para que no se hagan cargo”, asegura.
El usuario, visiblemente molesto, califica la actuación de la aseguradora como “de vergüenza” y denuncia que Mutua Madrileña se ha lavado las manos:
“Tengo todos los seguros con ellos, pero si esta es su forma de proceder ante un mal menor, no quiero ni pensar cómo actuarían ante un siniestro de mayor gravedad”.
Este caso ha reabierto el debate sobre las condiciones y exclusiones en las pólizas de robo, especialmente en situaciones donde los bienes sustraídos se encuentran dentro de propiedades privadas. Muchos usuarios denuncian que las aseguradoras aplican interpretaciones restrictivas de los contratos para evitar indemnizaciones, amparándose en cláusulas ambiguas o poco transparentes.
Mientras tanto, el cliente afectado ha anunciado que estudia presentar una reclamación formal ante la Dirección General de Seguros y trasladar su caso al Servicio de Atención al Cliente de Mutua Madrileña, buscando una respuesta más justa y acorde con la cobertura contratada.
Una historia que, según muchos usuarios en redes sociales, pone en entredicho la confianza en una de las aseguradoras más conocidas de España y refleja la frustración de quienes, tras pagar sus pólizas con regularidad, se sienten desprotegidos cuando más lo necesitan.