Se pasa de la BMW GS a Africa Twin y explica por qué: "No vale la pena lo que estás pagando"
Después de haber tenido tres modelos de la popular BMW R GS, un motero experimentado, conocido en TikTok como Motofellowship, ha decidido cambiar de rumbo. Su último vídeo se ha hecho viral en la comunidad motera al explicar por qué, tras años de fidelidad a BMW, ha optado por pasarse a la Honda Africa Twin. Y sus motivos han levantado debate.
"Lo que pagas no compensa lo que recibes"
Motofellowship no critica la moto en sí, pero sí el conjunto del producto y la experiencia con la marca. “No digo que la moto sea mala”, aclara desde el principio. Su decisión vino después de adquirir una BMW R 1300 GS, la nueva joya de la gama adventure de la marca alemana, con la que empezó a encadenar visitas al taller por campañas técnicas de la propia BMW.
“Tuve que llevarla por elevadores, por bielas, por maletas…”, cuenta en el vídeo, añadiendo que la sensación que le dejó la experiencia fue de producto descuidado. Para él, la calidad esperada no se corresponde con el precio pagado.
El problema del servicio postventa
Más allá de los fallos iniciales, otro punto crítico fue el servicio técnico de BMW. Según relata, en las agencias donde le tocó llevar la moto, los tiempos de espera para una simple revisión podían alargarse hasta tres meses. “No creo que valga la pena lo que estás pagando por lo que estás recibiendo”, resume con claridad.
El salto a Honda: “Es calidad, es confiabilidad”
Ante ese cúmulo de decepciones, el creador de contenido decidió apostar por un clásico en fiabilidad: la Honda Africa Twin. Aunque reconoce que no tiene el mismo nivel de electrónica o presencia que una GS, destaca que Honda ofrece calidad real y confianza mecánica desde el primer día.
“Honda es calidad, es confiabilidad”, afirma, dejando claro que su decisión fue más práctica que emocional. Busca una moto robusta, fiable, con buen servicio y sin tener que estar pendiente constantemente de llamadas a revisión.
Un debate abierto en el mundo trail
La BMW GS, especialmente en sus versiones 1200 y 1250, ha sido durante años la reina indiscutible del segmento trail, pero las nuevas generaciones no han convencido a todos por igual. La creciente electrificación, los problemas en componentes y la saturación en talleres están generando un giro entre algunos usuarios hacia marcas que priorizan la fiabilidad mecánica sobre la complejidad tecnológica.
¿Es este el inicio del declive del dominio GS? Puede que no aún. Pero la opinión de moteros como Motofellowship refleja una realidad: el prestigio no basta si no viene acompañado de una experiencia sólida como cliente.
