Si llevas tu Voge a lavar en la gasolinera, ten cuidado porque puedes generarle esta avería
Para muchos propietarios de motos Voge, todo va bien… hasta que cae la primera lluvia o se pasa por el lavadero. Entonces, comienza el pequeño gran drama: los intermitentes dejan de funcionar correctamente, parpadean sin sentido, se quedan fijos o, directamente, se apagan. Un fallo más común de lo que la marca desearía, y que ha provocado que más de un usuario se lleve un susto pensando que la moto tiene una avería electrónica mayor. Pero la causa, en realidad, es tan simple como molesta: entra agua en la piña del mando de intermitentes.
Este problema, que afecta a un buen número de modelos Voge, se repite especialmente tras una lluvia fuerte o una limpieza con manguera. Y no, no se trata de un caso aislado. Son muchos los usuarios que han reportado el mismo fallo en foros, redes sociales y vídeos, confirmando que la estanqueidad del sistema eléctrico en esa zona es bastante deficiente.
La buena noticia es que la solución no pasa por reemplazar la piña ni por hacer una reparación costosa. De hecho, basta con aplicar grasa dieléctrica en el interior del mecanismo que acciona los intermitentes. Esta grasa, que puedes encontrar fácilmente en tiendas de repuestos, actúa como barrera contra la humedad y evita que el agua entre en contacto con los contactos eléctricos. Así de simple.
Un tutorial en vídeo —que ya circula por varios canales de YouTube— explica paso a paso cómo desmontar el interruptor, aplicar la grasa con cuidado y volver a montar todo sin complicaciones. No hace falta ser mecánico para hacerlo, aunque sí se recomienda tener un mínimo de maña y paciencia.
Esta solución casera, aunque no oficial, se ha convertido en la medida más eficaz para prevenir el fallo, y muchos moteros la aplican incluso antes de que aparezca el problema. Como medida preventiva, además de usar grasa dieléctrica, algunos también sellan la junta exterior con una pequeña capa de silicona para reforzar la protección.
Mientras Voge no resuelva el problema de fábrica, este tipo de soluciones seguirán siendo el salvavidas para quienes disfrutan de sus motos sin querer renunciar a algo tan básico —y legalmente obligatorio— como unos intermitentes que funcionen bajo la lluvia.
