YAMAHA

Yamaha hará motos eléctricas que vibran y suenan con un altavoz como si fueran de verdad

Yamaha eléctrica
Yamaha eléctrica

Montar en moto no es solo desplazarse de un punto a otro: es sentir la máquina, escuchar cómo responde el motor y dejarse llevar por las vibraciones que recorren el manillar y el chasis. Muchos motoristas coinciden en que esa conexión sensorial es parte esencial de la experiencia, y que sin ella conducir no sería lo mismo.

El problema es que la revolución eléctrica amenaza con cambiar esa relación. Las motos EV son rápidas, limpias y cada vez más avanzadas, pero su silencio casi absoluto y la ausencia de vibraciones las hacen más cercanas a un electrodoméstico que a una máquina con alma. Apenas se escucha el zumbido del motor eléctrico y, en algunos casos, el sonido de la cadena… cuando todavía se usa, ya que muchos fabricantes están apostando por correas o incluso ejes.

Yamaha no quiere perder la esencia

Consciente de esta inquietud, Yamaha acaba de patentar un sistema que busca devolver a las motos eléctricas algo de esa personalidad que hoy solo ofrecen los motores de combustión. La patente, registrada bajo el nombre “Saddle-Riding Type Electric Vehicle”, podría sonar genérica, pero al analizarla revela una idea sorprendente: crear un pistón y un cilindro falsos que generen tanto vibraciones como sonido sin necesidad de gasolina.

Cómo funcionaría el sistema

Según la documentación, este pistón “fake” se accionaría gracias al propio motor eléctrico, a través de un mecanismo físico que imita el movimiento de un motor real. De este modo, la moto reproduciría de forma mecánica el ruido de admisión y escape, además de transmitir las vibraciones características de un propulsor de combustión interna.

No se trata, por tanto, de un simple altavoz que imite el sonido, sino de un sistema real y tangible que recrea parte de la experiencia de conducción clásica en un vehículo eléctrico.

Entre la tradición y el futuro

La idea abre un interesante debate: ¿es necesario que las motos eléctricas suenen y vibren como las de siempre? Para muchos motoristas, la respuesta es sí. La pasión por las dos ruedas está estrechamente ligada a la sensación física y sonora del motor, y perder eso puede hacer que la experiencia se vuelva demasiado aséptica.

Con esta patente, Yamaha lanza un mensaje claro: la electrificación no tiene por qué significar renunciar a la esencia emocional de la moto. Un pistón falso, sí, pero con un objetivo muy real: que los motoristas sigan sintiendo que forman parte de una máquina viva.