MASH

Mash "demuestra" que era una "castaña" y deja varias motos paradas en el taller por falta de repuestos

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La marca de motocicletas Mash, conocida por sus modelos de estética retro y precios competitivos, enfrenta actualmente problemas importantes relacionados con el suministro de repuestos y la disponibilidad de servicio posventa en España. La situación afecta de forma directa a usuarios de modelos como la Mash Seventy 125, también comercializada como Mash 77, que han visto sus vehículos inmovilizados durante meses por la falta de piezas básicas para su reparación.

Uno de los principales factores que ha motivado esta situación es el cese de actividad del anterior importador de la marca en España, lo que ha generado una disrupción en la red de distribución y en el sistema de asistencia técnica. Algunos concesionarios han cerrado, dificultando todavía más el acceso de los usuarios a reparaciones y recambios.


Una moto económica con dificultades estructurales

La Mash Seventy 125 se posiciona en el mercado como una moto de acceso, con un precio inferior a 2.600 euros, estética vintage y la posibilidad de ser conducida con el carné de coche (B). Estas características la han hecho especialmente atractiva para nuevos usuarios urbanos. Sin embargo, una vez fuera del periodo inicial de uso, han surgido problemas relacionados con la escasez de repuestos originales, incluso para averías menores como un retrovisor o un tubo de escape.

Los talleres que aún ofrecen asistencia a este tipo de modelos no siempre pueden garantizar plazos concretos para la recepción de piezas, lo que provoca que motos completamente funcionales permanezcan sin circular durante largos periodos. Este tipo de interrupciones ha generado descontento entre los usuarios, que no disponen de vías claras ni rápidas para resolver incidencias técnicas básicas.


La marca reconoce una etapa de transición

Desde Mash han confirmado que la empresa se encuentra en una fase de reorganización en España, y que actualmente no dispone de una estructura oficial consolidada en el país. Según ha informado la propia marca, está en marcha un “nuevo proyecto para retomar la distribución” con una red oficial de concesionarios, soporte técnico estructurado y una nueva gama de motocicletas que se lanzaría en 2026.

Mientras tanto, Mash ha puesto a disposición de los usuarios algunos recursos provisionales, como un formulario de garantía y una web externa de recambios (www.recambios-mash.es). No obstante, la marca ha advertido que esta plataforma no está gestionada ni supervisada directamente por ellos, por lo que no asumen responsabilidad sobre la calidad ni los plazos de entrega de los pedidos realizados a través de ese sitio.


Un caso que refleja un problema estructural

El caso de Mash refleja un fenómeno creciente en el mercado europeo: la llegada de marcas asiáticas con precios competitivos, pero sin una infraestructura sólida de posventa. La velocidad con la que estos fabricantes se expanden en nuevos mercados no siempre va acompañada de una red de soporte que garantice disponibilidad de piezas, talleres especializados ni asistencia técnica eficiente.

En este contexto, algunos expertos en economía y empresa apuntan a que la falta de consolidación local puede provocar desabastecimientos recurrentes, sobre todo en modelos con menor volumen de ventas o de difícil importación.


La incertidumbre de los usuarios actuales

La reestructuración anunciada por Mash representa una posible solución a medio plazo, pero no resuelve la situación actual de los usuarios que requieren mantenimiento o reparación urgente. El cierre de concesionarios, las piezas agotadas y la falta de canales oficiales están generando una pérdida de confianza en la marca y llevando a muchos propietarios a considerar el cambio hacia marcas con mayor presencia y respaldo técnico en el país.

Hasta que el nuevo proyecto de distribución entre en funcionamiento —previsiblemente en 2026—, los usuarios afectados deberán seguir gestionando sus incidencias con recursos limitados, asumiendo tiempos de espera indefinidos o buscando soluciones alternativas fuera del circuito oficial.