YAMAHA

Un desguace explica por qué las Yamaha parten el chasis con "tanta facilidad"

Una Yamaha TMax en el desguace
Una Yamaha TMax en el desguace

Los chasis de aluminio monocasco que Yamaha utiliza en algunos de sus modelos más populares están siendo puestos en tela de juicio. Así lo han dejado claro varios trabajadores de Desguaces Motocoche, tras recibir tres motos Yamaha con el mismo patrón de daño: impacto leve y chasis partido, mientras otros componentes clave como la horquilla y la rueda permanecían intactos.

Caso 1: Yamaha Tracer 900 (2022), rota con solo 2.000 km

Una Tracer 900 de 2022, prácticamente nueva, llegó al desguace tras un impacto leve. La moto apenas tenía 2.000 kilómetros, pero el resultado fue claro: el chasis se partió, mientras que la horquilla y la llanta seguían en perfecto estado. Un comportamiento inusual, según explican los mecánicos, que normalmente verían la deformación de estos elementos antes de una rotura estructural del chasis.

Caso 2: Yamaha XSR 900 (2023), mismo patrón

Otra unidad afectada fue una Yamaha XSR 900 de 2023, en la que ocurrió exactamente lo mismo: rueda y horquilla intactas, pero el chasis completamente reventado por la mitad. Para los expertos, esto apunta a un patrón estructural en el diseño de Yamaha con consecuencias preocupantes.

Caso 3: Yamaha TMax, manillar y horquilla bien, pero el chasis… partido

La tercera moto fue una Yamaha TMax, el popular maxiscooter deportivo. Ni el manillar ni la horquilla mostraban signos de daño, pero el chasis monocasco de aluminio sí cedió con el golpe. ¿Coincidencia o fallo de diseño?

¿Es culpa del aluminio?

Todas estas motos comparten una característica técnica: el uso de chasis monocasco fabricado en aluminio. Este material es ligero y rígido, ideal para mejorar el comportamiento dinámico de la moto, pero tiene un problema:
es mucho más frágil ante impactos que el acero, y no se deforma de forma progresiva, sino que puede partir directamente, incluso en colisiones no muy violentas.

Diseño pensado para absorber el golpe… ¿o para tirar la moto?

Desde el punto de vista del fabricante, este tipo de chasis puede estar diseñado para absorber la energía del impacto y proteger al piloto, aunque el coste sea la destrucción de la estructura. Sin embargo, desde el punto de vista del consumidor, un chasis que se rompe con tanta facilidad puede traducirse en motos siniestradas con reparaciones imposibles tras incidentes relativamente menores.

¿Qué deben tener en cuenta los compradores?

Si estás pensando en adquirir una Yamaha con chasis monocasco de aluminio, ten en cuenta que:

  • Una caída leve podría suponer la pérdida total de la moto.

  • Las reparaciones de chasis partidos no son viables: directamente al desguace.

  • Aunque estas motos tienen un comportamiento ágil y ligero, la resistencia estructural ante impactos es limitada.