Le hace 103.000 kilómetros a su Zontes y dice las averías que le ha dado: "No me deja"

Lo que muchos consideraban imposible, un simple aficionado al motociclismo lo ha logrado sobre dos ruedas y con una marca que aún genera escepticismo en parte del sector. El canal El PAI videos ha publicado el testimonio de Martín, un viajero que ha recorrido más de 103.000 kilómetros a lomos de una Zontes T310, una moto de fabricación china que, lejos de averiarse, ha demostrado una resistencia que muchos no habrían imaginado.
Mientras algunas marcas consolidadas europeas o japonesas se enfrentan a críticas por componentes delicados o mantenimientos complicados, esta T310 —que en su día costó menos de 5.000 euros— ha recorrido media España, subido puertos, bajado valles y se ha enfrentado a todo tipo de clima sin pestañear.
Un relato de carretera que rompe prejuicios
En el vídeo, Martín no intenta vender humo ni edulcorar la experiencia: “La moto no es perfecta, pero no me ha dejado tirado nunca”, explica ante la cámara, mientras detalla el historial de revisiones y reparaciones mínimas que ha tenido que afrontar. Le ha cambiado las ruedas, las pastillas de freno y ha hecho sus mantenimientos periódicos, pero ni el motor, ni la electrónica, ni la parte ciclo han dado la más mínima señal de rendirse.
Esto contrasta con la opinión generalizada que aún pesa sobre las motos chinas, muchas veces vistas con desconfianza en comparación con las grandes marcas. Sin embargo, el caso de la Zontes T310 de Martín viene a cambiar el guion.
¿La nueva rival silenciosa?
No es solo que la moto haya aguantado —es cómo lo ha hecho. Con un motor de 312 cc, suspensiones competentes y un equipamiento que incluye pantalla TFT, arranque sin llave y embrague antirrebote, la T310 no solo ha recorrido el equivalente a dos vueltas y media al planeta Marte desde la Tierra, sino que lo ha hecho con dignidad. "Me sigue gustando igual que el primer día", sentencia el protagonista del vídeo.
Y mientras el mercado de motos de media cilindrada sigue buscando opciones más accesibles, las marcas como Zontes comienzan a dejar de ser una promesa para convertirse en una alternativa real.
Un aviso para el mercado
Lo que queda claro tras ver este vídeo no es solo la historia de un motorista fiel a su compañera de viaje, sino el aviso que lanza al resto del sector: la fiabilidad ya no es solo patrimonio de las marcas tradicionales.
Zontes, con su T310, ha demostrado que se puede fabricar en China, ofrecer tecnología, fiabilidad y un precio razonable… y seguir rodando más allá de los 100.000 km sin excusas.
¿Estamos ante una nueva era donde las marcas emergentes dejarán de ser la segunda opción? Puede que Martín, sin pretenderlo, haya encendido el motor del cambio.