Pregunta si cambia su BMW R 1250 GS por la 1300 y "casi" todos coinciden: "No, por fea"

"No me apasiona la moto (en cuanto a estética) y no me apasiona ninguno de los colores de este año", pero aún así, el dilema está sobre la mesa: vender una BMW R 1250 GS Adventure impecable para dar el salto a la nueva R 1300 GSA. Este es el dilema que plantea un veterano usuario del mundo GS, propietario de todas las generaciones desde que salió la 1200 refrigerada por agua en 2004.
La duda no es menor. Hay corazón, razón y, por primera vez, también una buena oferta económica sobre la mesa.
“Me llevé un chasco tremendo con la estética”
Este aficionado reconoce que esperaba con ilusión la llegada de la R 1300 GS, pero "me llevé un chasco tremendo con la estética. Simplemente, no me entra ni pasando los años". Y cuando llegó la versión Adventure, el primer impacto no fue mejor: "quedé también chafado", aunque con los días "ya me empezó a entrar más".
El problema es que su actual 1250 GSA le encanta visualmente y funciona de maravilla, además de contar con ventajas como el cardán garantizado de por vida y apenas 20.000 kilómetros.
Tres interesados por su 1250 GSA... y todos rechazan la 1300 por fea
Aquí entra la parte más inesperada: su 1250 GSA tiene pretendientes. Y no uno, sino tres, todos interesados tras haber probado la 1300 y quedar descontentos con su aspecto. "Les gusta mucho pero no pueden con su estética y andan buscando una 1250 GSA bien cuidada", dice. Uno de ellos incluso la quiere en el exclusivo color Kalamata, que es justo el suyo.
A eso se suma otro incentivo: un 4% de descuento adicional por ser “influencer”. "Puedo demostrar que tengo una web con mucho tráfico (al menos, de algo me sirve el foro después de 20 años de no conseguir más de un 10% de descuento)", comenta con humor.
La razón por encima de la pasión
Aunque su corazón no late por la 1300, admite que la versión Rally le resulta más interesante por dos motivos muy concretos:
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"No tiene los intermitentes en el paramanos. El paramanos con ellos integrados debe costar una pasta si se cae la moto."
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"La palanca de cambio es metálica y no de plástico como en otras versiones (manda huevos meterle a una trail palanca de cambio de plástico)".
Aun así, "sería un tema más económico que pasional", dice. No quiere dar el paso y luego estar pensando en lo mucho que le gustaba la 1250.
Opiniones reales: ¿vale la pena el cambio?
Dos propietarios que ya han hecho el cambio han dado su opinión sin filtros:
🟢 Respuesta 1:
"La 1300 GSA va mucho más ligera de motor. En autovía se pone sin dificultad a velocidades altas. El chasis es mucho más ágil".
Eso sí, admite que protege menos del viento y que el asiento se siente diferente, aunque lo considera un cambio muy positivo:
"La 1250 me parece una moto antigua y perezosa en autovía, torpona en curvas y estéticamente aburrida de verla tanto."
🟢 Respuesta 2:
"Esta 1300 es la que más he notado el cambio. Sobre todo el motor, que cascabelea un poco, pero el aumento de potencia se nota mucho."
Lo describe como una moto más japonesa, con más agilidad y un paso por curva muy superior. El sistema ASA es lo que más le ha impresionado:
"Para mí ha sido lo mejor de la moto, creo que hace del manejo de la moto una maravilla."
Dilemas de primer mundo... pero decisiones reales
"No estoy nada decidido", concluye. Sabe que la 1300 es mejor técnicamente, pero "no me apasiona", y teme arrepentirse. También flota en el ambiente la posibilidad de que la 1250 GSA se revalorice como modelo mítico, algo que ya ha ocurrido con otras motos legendarias.
Mientras tanto, sigue recibiendo mensajes de posibles compradores y mira de reojo los colores que BMW lanzará en 2026, por si alguno finalmente le roba el corazón.