HONDA

Le hacen un presupuesto por su Honda y a la hora de pagar le piden 25 euros más: "Menos mal que revisé"

Honda Motor Sport
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La experiencia de compra de una moto debería ser motivo de ilusión, pero para Juan, cliente del concesionario oficial Motor Sport Honda, el proceso se convirtió en una cadena de frustraciones. El comprador ha denunciado públicamente una atención deficiente, incumplimiento de promesas comerciales y falta de comunicación, lo que ha dejado un sabor amargo a pesar de estar satisfecho con el producto final.

“La moto, un 10. El trato, muy pobre. Promesas vacías y ningún detalle después de todos los fallos”, resume en su reseña.


El presupuesto sube… por sorpresa

Todo empezó cuando el cliente aceptó un presupuesto inicial en papel. Sin embargo, al confirmar la compra, el nuevo presupuesto era 25 euros más caro. Afortunadamente, al revisar detenidamente los importes, pudo detectarlo y se le devolvió la diferencia.

“Menos mal que revisé todo. Si no, me cobran de más y ni se dan cuenta”, relata.


Retrasos sin comunicación y un trato distante

La moto, según le informaron, llegaría en dos semanas, pero a la cuarta semana seguía sin noticias. El cliente tuvo que llamar por iniciativa propia para obtener actualizaciones, ya que nadie del concesionario le informó del retraso.

“Hasta que no me puse serio no se molestaron en investigar. Resulta que había un retraso de hasta seis semanas, pero nadie me había avisado”, denuncia.

Aunque entiende que los retrasos pueden ocurrir, critica la falta total de seguimiento y empatía por parte del concesionario.


Promesas de compensación… que no se cumplieron

Durante la espera, se le prometió una compensación por las molestias, incluyendo un candado antirrobo y algún detalle adicional. Sin embargo, al recoger la moto, le informaron que nada de eso estaba disponible.

“Me ofrecieron el candado por 40 euros… luego vi que en Amazon costaba lo mismo. Vamos, que el ‘detalle’ era venderme un producto a precio normal”.

Más adelante, también se le prometió un “gran descuento” en la primera revisión como compensación. ¿El resultado? Solo 15 euros de rebaja por reducir el tiempo de mano de obra facturada.

“Muy majos en el taller, pero son unos tacaños. Me siento engañado”, concluye el cliente.


Respuesta del concesionario: malentendido con el regalo

Desde Motor Sport Honda respondieron públicamente a la crítica reconociendo que debieron informar mejor sobre el retraso, pero aseguran que sí hubo una compensación: un antirrobo de disco gratuito, aunque en el momento de la entrega no estaba disponible. Según el concesionario, se le ofreció la opción de esperar o llevarse uno mejor pagando la diferencia, y el cliente optó por esta última.

“Si no estás de acuerdo, aunque ha pasado un tiempo, podemos devolvértelo. Esperamos que aceptes nuestras disculpas por el malentendido”, respondieron.


¿Falla de comunicación o una atención sistemáticamente deficiente?

Este caso se suma a otras quejas recientes que apuntan a una gestión comercial poco transparente y poco empática en Motor Sport. La falta de seguimiento, los cambios sutiles en presupuestos y la tendencia a prometer compensaciones que luego no se concretan son elementos que han comenzado a minar la confianza de algunos clientes, incluso cuando el producto final —la moto— cumple con las expectativas.