Esta moto es bonita, pero no pagaríamos lo que piden

Brough Superior
Brough Superior

Hay motos que se conciben en un taller mecánico, otras en un estudio de diseño. Pero la RMB01 nació en un lugar muy distinto: en el mismo espacio donde se crean algunos de los relojes más precisos del mundo. Es el resultado de una colaboración sin precedentes entre Brough Superior, la marca británica más legendaria del motociclismo clásico, y Richard Mille, el nombre más exclusivo de la relojería contemporánea.

Lo que comenzó como un proyecto secreto hace varios años ha terminado convirtiéndose en una obra maestra de ingeniería y arte mecánico, un experimento donde nada ha sido dejado al azar.


Una moto nacida entre la precisión y la pasión

La Brough Superior RMB01 es mucho más que una motocicleta: es una declaración de principios. Diseñada y ensamblada a mano en Toulouse (Francia), cada una de las 150 unidades numeradas representa el encuentro entre la alta relojería y la ingeniería más pura.

Brough Superior
Brough Superior

Brough Superior aporta su experiencia centenaria en motos de lujo —resucitada en 2013 con modelos como la SS100, la Lawrence o la AMB 001 en colaboración con Aston Martin—. Por su parte, Richard Mille ha trasladado al mundo del motor su obsesión por la precisión, los materiales exóticos y la belleza funcional.

El resultado es una moto que parece mecanizada por joyeros y diseñada por ingenieros aeroespaciales.


Técnica y estética en equilibrio perfecto

Nada en la RMB01 es casual. El chasis, mecanizado a partir de bloques macizos de aluminio con magnesio, está reforzado con un exoesqueleto de fibra de carbono forjado. Incluso el motor bicilíndrico en V de 997 cc forma parte estructural del conjunto, actuando como elemento portante para lograr una rigidez extrema y un peso mínimo.

El propulsor, refrigerado por líquido y acoplado a una caja de cambios tipo cassette de seis relaciones, desarrolla 130 caballos en su configuración de circuito. Según los datos de la marca, la velocidad máxima supera los 250 km/h, pero lo impresionante no son las cifras: es cómo las alcanza.

Cada tornillo, cada arista, cada componente ha sido pensado como una pieza de precisión. No hay carenados que oculten la ingeniería; al contrario, la RMB01 muestra su mecánica como parte del espectáculo visual.


Inspirada en los orígenes del motociclismo

Su diseño recupera la esencia de las motos de pista norteamericanas de principios del siglo XX, los legendarios board trackers, reinterpretados desde una mirada futurista. Las curvas fluidas del depósito, la pureza del metal y las proporciones compactas combinan elegancia y agresividad en partes iguales.

Richard Mille la define como una fusión entre “masculinidad y feminidad”, entre la precisión técnica y la emoción sensorial.

El cuadro de instrumentos es una obra en sí mismo: sus indicadores evocan el mecanismo interno de un reloj, con escalas y engranajes que cobran vida al girar la llave de contacto, imitando el movimiento de un calibre de relojería.


Suspensión de ingeniería pura

La parte ciclo también rompe esquemas. La suspensión delantera emplea un sistema de doble brazo oscilante (double wishbone), diseñado para aislar la frenada de la dirección y mantener la estabilidad incluso en las condiciones más exigentes.

En el tren trasero, un monoamortiguador regulable gestiona un basculante mecanizado en aluminio. No hay control de tracción, ni ayudas electrónicas, ni modos de conducción: la RMB01 apuesta por una conexión directa entre piloto y máquina, al estilo clásico de Brough Superior.


Fabricada como un reloj, pensada como una obra de arte

La RMB01 es una moto de circuito sin concesiones, no homologada para la calle. Su propósito no es recorrer autopistas, sino demostrar hasta dónde puede llegar la fusión entre arte y tecnología.

La producción está limitada a 150 unidades, todas ensambladas a mano en Francia. Su precio aproximado es de 200.000 euros, pero reducirla a una cifra sería ignorar su naturaleza: no se compra por prestaciones, sino por la perfección que encierra cada detalle.

El uso extensivo de aluminio, titanio y carbono la acerca más a la ingeniería aeronáutica que al motociclismo tradicional. Brough Superior y Richard Mille han llevado la idea de precisión suiza al territorio de la velocidad pura.


Un reloj convertido en moto

Cada tornillo visible, cada superficie mecanizada y cada engranaje están pensados con el mismo cuidado que un reloj Richard Mille. No hay artificio ni decoración gratuita: todo tiene un propósito técnico y estético.

La RMB01 representa la convergencia definitiva entre relojería y motocicleta, entre la obsesión por el detalle y el deseo de velocidad.

En palabras de muchos aficionados, no es una moto para medir tiempos por vuelta, sino una máquina para medir el tiempo de otra manera: ese instante en el que el motor despierta, el metal vibra y el piloto siente que está a los mandos de una escultura viva.

Una moto que no solo corre: late con la precisión de un reloj y la emoción de una obra de arte.