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BMW "capa" las prestaciones de su R 1250 GS en su última campaña y nadie dice nada

BMW R 1250 GS
BMW R 1250 GS

Desde enero de 2023, numerosos propietarios de BMW R 1250 GS han alzado la voz contra una campaña técnica lanzada por la propia marca. Lo que comenzó como una medida preventiva para evitar la rotura del cardan en un caso hipotético bastante poco probable (y enfocado al mundo off road) —un componente crucial en la transmisión— ha terminado provocando una ola de quejas generalizadas por una supuesta reducción de prestaciones en uno de los modelos más emblemáticos de la firma bávara. BMW llamó a revisión y al recoger la moto te la encontrabas peor de lo que estaba. 

La campaña técnica: prevención o limitación encubierta

BMW hizo pública una campaña en la que advertía de una situación puntual pero crítica: si la moto, de unos 250 kg, circulaba por campo y realizaba un salto, la rueda trasera podía girar en el aire a gran velocidad. Al tomar contacto de nuevo con el suelo, ese giro forzado se transmitía de golpe al cardan, lo que en algunos casos causaba su rotura.

Para prevenirlo, la solución de BMW fue una actualización de software que, según la marca, modificaba el comportamiento de la moto para evitar daños en la transmisión. A los propietarios se les notificó mediante carta enviada por la DGT, y debían pasar por el taller para realizar dicha intervención.

Lo que nadie esperaba: pérdida de prestaciones

Tras acudir al taller, muchos usuarios comenzaron a notar que su BMW GS “ya no era la misma”. Las quejas comenzaron a multiplicarse en foros y grupos especializados: menos potencia, menor retención del motor, ralentí más bajo, suspensión con respuesta diferente e incluso pérdida de diferencias claras entre los modos de conducción Dynamic y Road.

“Antes en curvas la moto retenía mucho más, ahora parece que va más suelta, más ‘plana’”, comentan varios afectados.

“La diferencia entre modos de conducción ha desaparecido. ROAD y DYNAMIC parecen lo mismo”, añaden otros.

Incluso quienes acudieron al taller solo “por si acaso” se vieron sorprendidos al notar que, tras la revisión, la moto iba menos potente y menos agresiva, especialmente en aceleraciones fuertes.

El dilema del cardan: revisión obligatoria… con efecto colateral

Una parte especialmente conflictiva del asunto es que la actualización venía acompañada de una revisión del cardan. Y si los técnicos detectaban cualquier indicio de desgaste, se procedía a su cambio, una reparación de más de 1.000 euros. Muchos motoristas decidieron acudir al taller para evitar males mayores… y salieron con una moto modificada electrónicamente y, en su opinión, “capada”.

El problema es que, si no se aceptaba la revisión, BMW restringía el acceso al taller, dejando a los propietarios sin posibilidad de mantener su moto en los servicios oficiales si más adelante surgía otro problema.

BMW guarda silencio

Frente a las múltiples quejas, BMW ha evitado dar explicaciones claras. La respuesta habitual por parte de los concesionarios y del servicio oficial ha sido que “no tienen constancia” de ninguna pérdida de prestaciones y que la campaña es meramente preventiva. No obstante, la realidad es que el comportamiento de muchas unidades ha cambiado notablemente tras la visita al taller.


Una actualización que ha roto la confianza

Lo que debía ser una medida técnica para mejorar la seguridad y durabilidad de la moto ha terminado por generar una fuerte desconfianza entre los propietarios de la BMW R 1250 GS, modelo tope de gama dentro del segmento trail. Para muchos, la marca ha modificado el carácter de la moto sin transparencia ni posibilidad de elección.

Y la gran pregunta sigue en el aire:
¿Fue una actualización técnica o una limitación encubierta para proteger el cardan a costa del rendimiento?

Mientras BMW no ofrezca una respuesta clara y pública, la polémica está lejos de apagarse. Y muchos moteros siguen buscando formas de revertir lo que consideran un recorte silencioso de las prestaciones por las que pagaron.