Quiere devolver su BMW con averías y la casa oficial solo acepta si se compra otra (y pagando la diferencia)

Un cliente de BMW ByMyCar Madrid -ubicado en el barrio de Las Tablas- ha alzado la voz para denunciar públicamente una experiencia que califica de frustrante y decepcionante tras la compra de una BMW C400GT. Según su testimonio, compartido recientemente en una reseña online, la moto adquirida presentaba problemas mecánicos desde el primer momento. Y, pese a haber pasado por el taller oficial en dos ocasiones, los fallos persisten sin que se haya ofrecido una solución definitiva.
Lo más preocupante es que, tras comunicar su deseo de devolver el vehículo por falta de confianza en la marca y el concesionario, desde ByMyCar le propusieron valorar la moto y cambiarla por otra, asumiendo el cliente la diferencia de precio. “Yo les digo que no quiero otra moto suya, que lo siento mucho, pero ya no me fío de ellos”, señala indignado.
“Amargado y sin solución”
La situación ha llegado a tal punto que el usuario se declara amargado por seguir con una moto defectuosa y sin ninguna alternativa viable por parte del concesionario. A esta problemática se sumó un nuevo error administrativo: un aviso en el cuadro de mandos que le indicaba que la moto debía pasar una revisión urgente. Tras enviar el vehículo en grúa, descubrieron que la fecha de la próxima revisión estaba mal configurada y aún le restaban varios meses para realizarla.
“UN ASCO DE VERDAD, UNA VERDADERA PORQUERÍA LA ATENCIÓN PRESTADA”, remata el cliente en su crítica, publicada el pasado 23 de mayo. Asegura que no se trata de una queja más, sino de una situación real y comprobable. “No cuento milongas por contarlas”, insiste.
Respuesta oficial de BMW ByMyCar Las Tablas
Desde el concesionario, la respuesta ha sido escueta. Aseguran que la moto no presentaba fallos cuando fue revisada en febrero y que el cliente puede volver a llevarla para una nueva revisión. Además, reafirman su disposición para valorar el vehículo si finalmente desea cambiarlo por otro modelo.
Sin embargo, para el afectado, esa oferta no es válida: ya no confía en el concesionario ni en la marca, y exige una devolución directa, sin canjes ni valoraciones a la baja.
Una queja que pone en tela de juicio el servicio posventa
Este tipo de situaciones ponen en entredicho el servicio posventa de algunas marcas premium, donde la atención personalizada y la resolución de incidencias deberían ser parte fundamental de la experiencia de cliente. En un mercado tan competitivo como el de las dos ruedas, la confianza es clave. Y cuando se pierde, no basta con ofrecer una revisión más.
Por ahora, el cliente sigue con la moto averiada, la insatisfacción creciente y una sensación de abandono por parte de una firma que, en teoría, representa la excelencia alemana en movilidad.