Hay una moto que BMW no vende (como les gustaría) ni queriendo... y la tiene que bajar de precio

En los concesionarios de BMW Motorrad, el discurso es cada vez más directo. Entre motos de aventura que se venden solas y modelos naked que no permanecen ni una semana en exposición, hay una máquina que parece resistirse al éxito: la BMW R18, la apuesta custom de la marca alemana.
Desde El Motero hemos podido hablar con varios trabajadores de la red oficial de BMW, y todos coinciden en la misma idea: les cuesta vender la R18. “Se mueven muy pocas unidades, y para quitarlas tenemos que dejar los precios por debajo de lo previsto”, reconoce uno de ellos. La situación se repite en distintos puntos de España, donde los concesionarios acumulan stock de un modelo que, aunque visualmente imponente, no termina de encontrar su público.
El sueño custom que no terminó de arrancar
Cuando BMW presentó la R18, quiso plantar cara a las grandes marcas americanas del segmento cruiser. Un diseño clásico, un motor bóxer de 1.802 cc —el más grande fabricado por la compañía— y una estética que homenajeaba a las míticas BMW de mediados del siglo XX. Sobre el papel, tenía todos los ingredientes para triunfar. En la práctica, el mercado ha sido más frío de lo esperado.

En Alemania, su propio país de origen, las cifras oficiales hablan por sí solas: en 2021 se matricularon 1.339 unidades, pero un año después, en 2022, solo se vendieron 669. Una caída de más del 50 % en apenas doce meses, según los registros de matriculaciones recogidos en fuentes públicas como Wikipedia Alemania.
Una moto de nicho en un catálogo dominado por las GS
Mientras tanto, BMW Motorrad vive su mejor momento en términos globales. En 2024, la marca alcanzó un récord histórico de ventas con 210.408 motos vendidas en todo el mundo, superando las 209.257 del año anterior.
Sin embargo, la mayoría de esas cifras proceden de modelos trail y adventure, como las GS, auténticas superventas dentro y fuera de Europa. La R18, en cambio, se ha convertido en un modelo de nicho, más admirado por su diseño y presencia que por su rotación comercial.
En algunos foros especializados, los propios empleados reconocen que “esas motos se quedan y se quedan”, incluso cuando se lanzan campañas de financiación o descuentos importantes. En el foro BMWMotos.com, varios usuarios destacaban que la R18 apenas superaba en ventas a la K1600 “por dos unidades” en el mercado español durante 2022, un dato que deja claro su carácter minoritario dentro de la gama.
Precio alto, público reducido
La BMW R18 no es una moto para todos los públicos. Su precio, su peso y su enfoque estético la alejan del comprador medio europeo, más acostumbrado a motos de uso polivalente. En mercados donde las custom no son mayoritarias, su atractivo se diluye.
A ello se suma la competencia directa con marcas históricas como Harley-Davidson o Indian, que dominan el segmento cruiser y cuentan con una comunidad fiel y consolidada. BMW, pese a su prestigio técnico, no ha logrado romper esa barrera cultural.
Rebajas discretas y presión comercial
Ante las dificultades para venderla, algunos concesionarios han reducido los márgenes para poder ofrecer precios más competitivos o incluir equipamiento adicional sin coste.
“Es una moto preciosa, pero difícil de colocar”, comenta uno de los vendedores. “Los clientes que entran al concesionario suelen preguntar por una GS o una R1250R, no por una custom de 345 kilos”.
El resultado es un producto que atrae miradas, pero no compradores, una paradoja que BMW lleva tiempo intentando resolver con nuevas versiones y ediciones especiales, como la R18 Roctane o la R18 Classic.
Una joya técnica en busca de su lugar
La BMW R18 sigue siendo una obra maestra de ingeniería y diseño: un motor bóxer de casi dos litros, una línea atemporal y un sonido inconfundible. Sin embargo, en un mercado dominado por la practicidad y la tecnología, su propuesta romántica parece haber quedado atrapada entre dos mundos.
Las cifras lo confirman: la R18 vende poco, incluso en su país natal. Y aunque BMW Motorrad celebra cada año nuevos récords globales, dentro de los concesionarios se sabe que esta moto, por ahora, no despega.
Una máquina espectacular que, como reconocen quienes intentan venderla cada día, encarna más un sueño que una realidad comercial.