ZONTES

El taller Suzuki Center responde a la polémica de la reparación de 1.800 euros de la Zontes

Suzuki Center
Suzuki Center

Por alusiones, nos vemos en la obligación de responder ante lo que consideramos una campaña de desinformación que afecta directamente a nuestra marca y a nuestro concesionario.

El cliente en cuestión acudió a nuestro servicio oficial tras haber pasado previamente por otro taller, con motivo de un accidente. Nos presentó un presupuesto realizado por dicho taller, pero al revisar el vehículo detectamos que faltaban múltiples referencias y que algunas piezas presupuestadas no presentaban daños. Procedimos entonces a realizar un nuevo presupuesto, en presencia y con la supervisión del cliente.

Este presupuesto reflejaba un valor de reparación superior al valor venal del vehículo, por lo que fue declarado siniestro por la compañía aseguradora. Aun así, el cliente decidió continuar con la reparación, solicitando únicamente aquellas intervenciones necesarias para dejar la moto en condiciones funcionales, lo que implica que no se trató de una reparación integral.

Posteriormente, realizamos un tercer presupuesto —segundo en nuestro centro— esta vez contando con el vehículo físicamente presente y el listado completo de piezas. De nuevo, se elaboró junto al cliente, quien decidió qué reparar tras recibir nuestro asesoramiento.

Finalmente, aceptó un presupuesto por valor de 1.800 euros, que incluía mano de obra y un 10% de descuento en el recambio como gesto comercial por nuestra parte.

Tras la aceptación, procedimos a solicitar todo el recambio necesario. Durante el tiempo de espera, ya advertimos que el cliente mostraba impaciencia, a pesar de haber sido informado de que la reparación dependía de la llegada de piezas —algunas con plazos prolongados al venir de fábrica—. Aun así, el cliente contactó insistentemente por correo electrónico, teléfono e incluso mediante visitas presenciales.

Una vez recibidas todas las piezas, llevamos a cabo la reparación y realizamos la entrega del vehículo. Esta se desarrolló con normalidad, salvo por una observación del cliente sobre el encaje de una guantera. Procedimos a revisarla en el momento, comparándola incluso con otra unidad igual, concluyendo conjuntamente que no existía ninguna anomalía.

Desde entonces han pasado aproximadamente dos meses sin que hayamos recibido ninguna comunicación ni reclamación formal por parte del cliente que indique un fallo en nuestro trabajo.

No comprendemos, por tanto, el origen ni la finalidad de las acusaciones actuales. Como empresa, somos conscientes de que, debido al alto volumen de trabajo tanto en ventas como en taller, pueden surgir errores. Sin embargo, siempre hemos demostrado nuestra disposición a revisar y corregir cualquier posible incidencia, siempre que se nos comunique debidamente.

En este caso, al no haber recibido ningún aviso, notificación o reclamación previa, no podemos hacernos responsables de una supuesta incidencia de la que no tenemos constancia.

Por último, queremos señalar que, como empresa y sin el anonimato que proporcionan las redes sociales, estamos legitimados para ejercer las acciones legales pertinentes, contando con toda la documentación, presupuestos y facturas que respaldan cada paso dado en este proceso.