Lleva su Zontes a un taller oficial de Madrid y le dicen que "dos meses de espera" y unos 1.800 euros

Un cliente ha denunciado públicamente una mala experiencia en el concesionario y taller oficial de Suzuki y Zontes (Suzuki Center – On Moto) tras llevar su moto a reparar. Según relata, lo que esperaba que fuera un servicio profesional y especializado se convirtió en una odisea de más de dos meses marcada por errores en el montaje, falta de comunicación y un control muy deficiente sobre el estado del vehículo.
“Pensaba que al ser un taller oficial Zontes estarían especializados, pero no fue el caso. No me transmitieron confianza ni cercanía en ningún momento”, comienza la reseña.
Una factura elevada, un resultado decepcionante
La reparación superaba los 1.800 euros, una cifra que, según el cliente, justifica exigir un nivel máximo de cuidado y profesionalidad. Sin embargo, al recoger su moto, se encontró con varios fallos inaceptables:
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Guanteras delanteras mal ancladas, una de ellas con tres rayas blancas visibles, pese a que cuestan 80 euros cada una.
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Presión de la rueda delantera a solo 1.6 bar, por debajo del nivel recomendado, lo que puede comprometer seriamente la seguridad.
“Me la entregaron así tras una reparación de casi 2.000 euros. ¿Dónde está el control de calidad?”, se pregunta indignado.
Más de dos meses de espera y 23 recordatorios
Uno de los aspectos más frustrantes fue la falta total de seguimiento durante el proceso. El cliente asegura que tuvo que enviar recordatorios semanales durante dos meses y que solo recibió respuesta tras insistir repetidamente. Para su sorpresa, cuando por fin recibió contestación, le dijeron que la moto ya estaba lista, sin haberle avisado previamente.
“A lo mejor la tenían desde hacía una semana, pero hasta que no envié el 23.º recordatorio, no me dijeron nada. No tienen control sobre las motos que tienen en el taller”, denuncia.
La respuesta del taller: problemas con los seguros y disculpas
Desde Suzuki Center – On Moto Zontes han respondido públicamente a la crítica, lamentando la experiencia del cliente y asegurando que toman nota de cada punto para mejorar. Alegan que los plazos de reparación estuvieron condicionados por la aseguradora y la disponibilidad de recambios por parte del fabricante.
“Nos hubiese gustado tener la oportunidad de revisarlo en el momento para ofrecer una solución inmediata”, señalan en su comunicado.
¿Sirve de algo llevar la moto a un taller oficial?
Para muchos motoristas, dejar su moto en un taller oficial de la marca implica una garantía de especialización, transparencia y atención al detalle. Pero experiencias como esta rompen esa expectativa y generan desconfianza.
En este caso, ni el importe elevado de la reparación ni el tiempo de espera se vieron compensados por un servicio de calidad. Y el cliente lo deja claro:
“Una auténtica odisea. Si esto es lo que ofrece un servicio oficial, ¿qué queda para los talleres independientes?”