Enseña el producto que le echa al motor de su Harley Davidson para dejarlo brillante: "Cómo se le ocurre"

Dejar el motor de una moto reluciente como el primer día no siempre requiere productos caros ni tratamientos complicados. Así lo ha demostrado un propietario de una Harley Davidson Sportster 883 Iron, quien ha compartido su método infalible para mantener el motor limpio y brillante: el uso del popular lubricante WD-40. Aunque hay muchos que lo han criticado. "Cómo se le ocurre...".
Un clásico truco entre los amantes del estilo custom
Lejos de ser una técnica improvisada, este truco es muy habitual entre los dueños de motos custom, donde la estética y el brillo del motor juegan un papel casi tan importante como el sonido o la conducción. El propietario, sin rodeos, ha confesado que lo aplica directamente “embadurnando todo el motor con WD-40”, logrando un efecto visual espectacular.
El resultado: un motor con un aspecto limpio, profundo y brillante, ideal para lucir en concentraciones, exposiciones o simplemente en una salida de domingo con amigos. Pero hay mucha gente que lo critica por parecerle imprudente limpiar con un lubricante.
¿Es seguro aplicar WD-40 en el motor?
Aunque pueda parecer poco ortodoxo, el WD-40 es un producto multiusos diseñado para proteger del óxido, repeler la humedad y limpiar metales, por lo que su uso superficial en el exterior del motor no representa riesgos, siempre que se aplique con precaución y el motor esté frío. No debe usarse en exceso cerca de componentes eléctricos descubiertos ni en zonas que alcancen temperaturas extremadamente altas, pero en manos de un aficionado con experiencia puede ser una herramienta útil y económica.
Estética y mantenimiento, de la mano
Este tipo de prácticas demuestran que la pasión por las motos va más allá de lo mecánico. En el mundo custom —y especialmente entre propietarios de Harley—, cuidar cada detalle visual es casi una forma de vida. Un motor brillante no solo luce bien, también refleja el cuidado y cariño que el dueño le pone a su máquina.
Con un bote de WD-40 y unos minutos de dedicación, algunos moteros logran que sus motores luzcan como nuevos. No es magia: es conocimiento compartido en la comunidad. Y como en este caso, la Harley Davidson Sportster 883 Iron lo demuestra con estilo.