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Un taller oficial de KTM despide a quien llevaba su cuenta de Wallapop: "Me dijeron que lo habían enviado tres veces"

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La reputación de un servicio oficial puede tambalearse por algo tan aparentemente simple como una mala gestión online. Es lo que ha ocurrido con Secomoto, concesionario y taller oficial de KTM en Madrid, que ha sido duramente criticado por su falta de seriedad en las ventas a través de Wallapop.

Un cliente ha denunciado públicamente que realizó hasta tres pedidos a través de la plataforma y ninguno le fue enviado, a pesar de haber contactado varias veces con el establecimiento. Según relata, la atención telefónica fue contradictoria y confusa, con promesas de llamadas que nunca llegaron y excusas poco convincentes.

“Me dijeron que ya habían hecho el envío en dos ocasiones y que me llamarían por la tarde. Sigo esperando esa llamada”, denuncia el comprador, frustrado con la falta de responsabilidad de un taller que, en principio, representa a una marca premium como KTM.

Una gestión deficiente que acabó en despido

Ante la queja, la respuesta oficial de Secomoto no tardó en llegar, pero lejos de resolver el problema o asumir responsabilidades, se limitaron a justificar la situación diciendo que la persona que llevaba Wallapop ya no trabaja con ellos.

“Lamentamos mucho el inconveniente, el que estaba encargado de Wallapop ya no se encuentra con nosotros”, explicaron desde el perfil oficial de Secomoto.

Este reconocimiento no ha hecho más que avivar la indignación, ya que pone de manifiesto una falta de control interno y una ausencia de seguimiento en las ventas realizadas a través de canales digitales. Una cosa es fallar puntualmente, otra muy distinta es permitir que un empleado gestione mal el canal durante semanas o meses sin que nadie lo supervise.

¿Una empresa seria?

Este tipo de prácticas son especialmente preocupantes en talleres oficiales, donde los clientes esperan profesionalidad, seriedad y cumplimiento de los compromisos. En este caso, la experiencia del usuario refleja todo lo contrario: desinformación, retrasos, pedidos no enviados y una atención telefónica deficiente.

Secomoto, como representante de KTM en Madrid, debería garantizar que todos sus canales —presenciales y online— funcionan con los mismos estándares de calidad. En plena era digital, no se puede permitir que una mala gestión en Wallapop arruine la experiencia de quienes confían en la marca.

Lo que está en juego es la confianza

Más allá de un simple envío fallido, lo que este caso refleja es un problema mayor: la descoordinación interna y la falta de atención al cliente. Para muchos usuarios, especialmente los que compran online, la primera impresión es la que cuenta. Y si un comprador se siente ignorado, engañado o ninguneado, difícilmente repetirá la experiencia.

KTM debería tomar nota y asegurar que sus concesionarios oficiales cumplen unos mínimos tanto en el trato con el cliente como en la gestión de sus plataformas. Porque en un mercado tan competitivo, la confianza es uno de los activos más valiosos que una marca puede perder.