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Pide una pieza para su BMW C 600 en el taller oficial de Cuzco y se la dan sin pintar: "La solución es que lo pinte donde yo quiera"

BMW C 600
BMW C 600

La reputación del taller oficial BMW Motorrad Caetano-Cuzco en Madrid vuelve a tambalearse tras una nueva queja pública, esta vez relacionada con su servicio de recambios. Un cliente ha denunciado lo que considera una atención pésima tras pedir una carcasa blanca para su BMW C 600 y recibirla, para su sorpresa, sin pintar, pese a haberla pagado por adelantado.

“La solución del empleado fue darme la referencia del color para que me lo pinte donde yo quiera. Sinceramente, no espero eso de un taller oficial BMW”, expresó indignado el usuario.

¿Qué ocurrió?

Según el relato del cliente, realizó el pedido de una carcasa blanca para su scooter, confiando en que recibiría una pieza terminada y lista para montar, acorde al estándar de una marca premium. Sin embargo, al día siguiente de pagar, recibió una llamada en la que le comunicaban que la pieza había llegado... pero en bruto, sin pintar.

La respuesta del taller no fue, a su juicio, la que cabría esperar: le ofrecieron el código de color y le sugirieron que buscase un taller por su cuenta para pintarla, o bien acudir a otros centros colaboradores para asumir el proceso adicional.


La respuesta de BMW Caetano-Cuzco: “Actuamos con transparencia y rapidez”

El taller no tardó en responder públicamente, argumentando que la tapa fue solicitada según las indicaciones del cliente, pero que la pieza pintada está descatalogada por la marca BMW. Según explican, la única versión actualmente disponible es una pieza imprimada, lista para pintar al gusto.

“Le ofrecimos dos soluciones: que acuda a nuestros centros colaboradores donde podemos encargarnos del pintado, o darle el código exacto para que lo haga en el taller que prefiera”, explican desde Caetano-Cuzco.


Un caso más que alimenta la desconfianza

Esta nueva incidencia se suma a otras críticas recientes sobre el servicio técnico y de atención al cliente en este concesionario, incluyendo quejas por motos mal montadas, piezas faltantes, entregas sucias y múltiples reclamaciones simultáneas de otros usuarios.

Para muchos clientes, este tipo de situaciones rompe por completo con la imagen de excelencia que se espera de un servicio oficial BMW. La expectativa es clara: si se paga más, se espera un nivel de profesionalidad, detalle y atención superior. Y no tener que buscar por cuenta propia una solución a algo que ya se ha pagado por adelantado.


¿Falla BMW o falla su red de talleres?

El problema parece no ser solo del producto, sino de cómo se gestiona la experiencia del cliente. En un entorno donde las marcas premium viven no solo de vender motos, sino de crear fidelidad, este tipo de situaciones pueden dejar una huella duradera.