Se da un golpe que deja su Yamaha nueva casi impoluta pero ve que ha partido el chasis por los dos lados: "Al desguace"

Una Yamaha Tracer prácticamente nueva, con solo 2.322 kilómetros, ha terminado en Desguaces Motocoches por un motivo que ha dejado sorprendidos a muchos aficionados y profesionales del sector: el chasis está completamente partido, y no precisamente tras un accidente aparatoso.
La unidad llegó al desguace con apenas un intermitente roto y un pequeño arañazo visible, sin signos de una colisión grave ni deformaciones mecánicas en otros componentes. De hecho, la moto funciona perfectamente, pero al inspeccionarla más a fondo, el equipo del desguace descubrió que el chasis está roto por ambos lados. Una fractura estructural de tal magnitud que la hace irreparable a nivel legal y técnico, y por tanto, directamente destinada al despiece.
¿Una debilidad estructural?
Lo más llamativo es que no se trató de un impacto violento. Según explican desde el desguace, el golpe que provocó esta rotura fue leve, lo que ha generado una gran inquietud sobre la resistencia real del chasis de las Yamaha Tracer. ¿Estamos ante un fallo puntual o podría tratarse de una debilidad estructural en el diseño o en la aleación utilizada?
Este caso no solo ha impactado por la escasa vida útil de la moto, sino por las consecuencias del fallo: un vehículo que aún huele a nuevo, con todos sus componentes intactos, queda inservible porque su columna vertebral no ha soportado un impacto menor.
Debate en la comunidad motera
El caso ha comenzado a circular entre foros y grupos de usuarios de Yamaha, donde muchos propietarios han mostrado su preocupación. Aunque no existen, por ahora, campañas oficiales o reconocimientos de fallos similares, algunos comentan haber notado “flexiones raras” o crujidos en el bastidor tras pequeños incidentes.
El suceso reabre el debate sobre la durabilidad y resistencia de los chasis en motos modernas, especialmente en modelos con grandes dosis de electrónica y componentes ligeros para reducir peso, que en algunos casos podrían comprometer la rigidez estructural ante impactos menores.
¿Qué puede hacer un propietario?
Para quienes tienen una Yamaha Tracer, una revisión preventiva del bastidor podría ser una buena idea si han sufrido alguna caída, aunque sea leve. Y sobre todo, documentar cualquier daño con fotografías y parte de accidente, ya que una fractura de chasis no siempre se detecta a simple vista y puede tardar en manifestarse en la conducción.
Lo cierto es que esta Yamaha Tracer, a pesar de su buen estado general y bajo kilometraje, ha pasado de moto de carretera a simple fuente de recambios, todo por una rotura inesperada donde más duele: en la base que lo sostiene todo.
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