Te pueden clavar 100 euros de multa por echar combustible
Echar gasolina parece uno de los actos más rutinarios del día a día para cualquier conductor. Pero lo que muchos desconocen es que no seguir ciertas normas al repostar puede acarrear sanciones e incluso poner en peligro tu seguridad y la de los demás. Esta semana, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado un recordatorio clave: ciertos comportamientos durante el repostaje pueden ser multados con hasta 100 euros.
Reglas claras que muchos ignoran
La advertencia no ha llegado por casualidad. Con los precios del combustible todavía en niveles altos, la prisa por llenar el depósito y marcharse rápidamente lleva a muchos conductores a ignorar normas básicas que están claramente recogidas en el Reglamento General de Circulación.
Entre las prohibiciones más claras durante el repostaje, destacan:
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Motor apagado obligatoriamente.
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Luces, radio y sistemas eléctricos desconectados.
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Uso de móviles completamente prohibido.
Estas medidas no son meras recomendaciones. Están recogidas en el artículo 115.3 del reglamento, y su incumplimiento se considera una infracción leve que puede acarrear una multa de hasta 100 euros (sin pérdida de puntos).
El móvil: más peligroso de lo que parece
Aunque pocos se lo toman en serio, el uso del móvil mientras se reposta es una de las prácticas más peligrosas. Los vapores que emiten la gasolina y el gasóleo son altamente inflamables, y una simple chispa —por improbable que parezca— podría provocar una combustión. La DGT recuerda que incluso en las estaciones automáticas y desatendidas, el riesgo es real y la responsabilidad recae íntegramente en el conductor.
En caso de detectar una infracción, los empleados de las estaciones de servicio están obligados a negarse a suministrar combustible. Aun así, la realidad es otra: muchos usuarios se sorprenden o reaccionan con enfado cuando se les pide que apaguen el motor o guarden el teléfono.
Seguridad por encima de la prisa
La DGT insiste en que el objetivo de estas medidas no es sancionar, sino prevenir. A pesar de que los accidentes en gasolineras son muy poco frecuentes, cuando ocurren las consecuencias pueden ser devastadoras. Por eso, el organismo busca crear conciencia antes que castigar.
“Son hábitos sencillos, automáticos, que deberían formar parte de la rutina de cualquier conductor”, recuerdan desde Tráfico.
En un momento en el que cada repostaje se siente en el bolsillo, evitar una multa por un descuido es tan importante como evitar un riesgo innecesario.
Más allá de la multa: una cuestión de cultura vial
Este recordatorio llega en un contexto de cambios en la normativa y una creciente apuesta por la seguridad, la sostenibilidad y la educación vial. En este marco, la DGT apuesta por campañas de concienciación que transformen la forma en que los conductores se relacionan con su vehículo, con la vía… y con la gasolinera.
Porque a veces, la seguridad empieza por gestos tan simples como apagar el motor o dejar el móvil en el bolsillo. Y esos pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia.