Explica por qué hay gente que no saluda a las scooter: "Tiene su lógica"
El TikToker y motero Reverendoseven ha compartido en un vídeo su opinión sobre un debate clásico dentro del mundo de las dos ruedas: ¿por qué algunos moteros no saludan a quienes van en scooter? Lejos de ser un gesto de desprecio gratuito, él asegura que "tiene su lógica" y ha querido explicarlo con naturalidad.
“El scooter es una moto que se usa para ir a ciudad”, comienza diciendo Reverendoseven. Según su perspectiva, muchos usuarios de scooter utilizan este tipo de vehículo por comodidad y funcionalidad, no tanto por pasión motera. Para él, la diferencia está clara: no es lo mismo salir a rutear que moverse por el centro para esquivar atascos.
Equipamiento y contexto, claves para el saludo
Eso sí, el creador de contenido deja claro que no aplica esta regla de forma tajante.
“Obviamente si yo me cruzo con un scooter en ruta y ves que el tío va equipado, yo siempre saludo. No me cuesta ningún trabajo sacar la mano”, afirma.
Lo que quiere decir es que, cuando detecta que hay un uso de la moto más cercano al de un motero habitual —por carretera, con equipamiento completo, actitud rutera—, no duda en hacer el gesto clásico de cortesía sobre dos ruedas.
Contra la prepotencia
En su reflexión, también ha querido dejar un mensaje claro para aquellos moteros que se creen superiores por llevar una moto de alta cilindrada y desprecian a los que llevan scooters:
“Muchos no lo harán por prepotencia, porque se creen superiores… yo no soy así”, aclara.
Ciudad vs. carretera
Por último, ha matizado que no saluda en ciudad porque en ese entorno el tráfico no permite identificar bien quién va por afición o por necesidad, y muchas veces el saludo no tiene el mismo sentido que en carretera abierta, donde dos moteros se cruzan en medio de una ruta y comparten un mismo espíritu.
El gesto de saludar entre moteros es un símbolo de respeto y camaradería, pero también está sujeto a contextos y matices. Reverendoseven, con su enfoque cercano y sin prejuicios, invita a dejar la prepotencia a un lado y a saludar cuando el momento lo merece, porque al final, todos los que vamos en moto, compartimos algo en común.