DGT

Si tienes más de 65 años, la DGT podría prohibirte circular de noche cuando renueves el carnet de moto

Un motero jubilado

El paso del tiempo también afecta a la relación entre los motoristas y la carretera. A medida que la población española envejece, aumenta el número de conductores de motocicletas mayores de 65 años. Y aunque la edad no impide legalmente seguir conduciendo, sí implica restricciones específicas a la hora de renovar el permiso de circulación.

Renovación más frecuente del carnet A

En España, los titulares del permiso de conducción de motocicletas —ya sea el A1, A2 o A— deben someterse a una renovación periódica. A partir de los 65 años, el plazo de renovación se reduce a cada 5 años, frente a los 10 que se aplican habitualmente en adultos más jóvenes. Esta revisión más frecuente permite detectar posibles limitaciones físicas o cognitivas que podrían comprometer la seguridad.

En edades más avanzadas, la DGT estudia incluso reducir ese plazo a 2 o 3 años, en función del estado de salud del conductor y los resultados del examen psicotécnico.

Nada de edad máxima, pero sí una guía voluntaria

La Dirección General de Tráfico ha descartado, por el momento, fijar una edad máxima para conducir motocicletas. En su lugar, ha elaborado una guía orientativa para conductores y familiares, que ayuda a valorar si es el momento de “colgar el casco” en función de posibles limitaciones físicas, reflejos reducidos o enfermedades crónicas.

En cualquier caso, el control más efectivo sigue siendo el examen psicotécnico, que analiza factores como la visión, el equilibrio, la capacidad de reacción o la coordinación motora, todos ellos esenciales en la conducción de motos.

¿Qué restricciones se aplican a los motoristas mayores?

Según datos recogidos por Mapfre, un alto porcentaje de conductores mayores obtiene el permiso con restricciones:

  • Entre 65 y 70 años: un 68 %.

  • Entre 71 y 75: 82 %.

  • A partir de 76 años: más del 91 %.

Estas restricciones no son aleatorias y están directamente relacionadas con las capacidades físicas y cognitivas del conductor. En el caso de los motociclistas, pueden suponer limitaciones adicionales respecto a los conductores de coche, debido a la exposición directa a la vía y al menor margen de protección física.

Principales restricciones aplicadas a motoristas

Estas son algunas de las limitaciones más comunes que pueden aplicarse a motoristas mayores de 65 años al renovar su permiso:

  • Prohibición de circular de noche, generalmente una hora antes del anochecer y hasta una hora después del amanecer.

  • Límite de distancia desde el domicilio: el permiso puede restringirse a desplazamientos de hasta 20 o 50 kilómetros.

  • Prohibición de circular en vías rápidas: como autovías o autopistas, donde el riesgo de siniestros es mayor.

  • Reducción del límite de velocidad máximo permitido, independientemente del que marque la vía.

  • Obligación de circular acompañado por otro conductor (en moto o coche) en determinadas rutas o condiciones.

Estas limitaciones suelen venir indicadas en el carnet mediante códigos específicos, visibles en el permiso de conducción.

El riesgo de la pérdida de capacidades

Con el paso del tiempo, es habitual que aparezcan problemas de visión, pérdida de audición, dificultades de movilidad o enfermedades metabólicas y cardíacas. En una motocicleta, donde el equilibrio y los reflejos rápidos son claves, cualquier carencia puede ser determinante.

Por ello, tanto el sistema de evaluación médica como las restricciones aplicadas buscan reducir el riesgo de accidentes y no penalizar por edad. La prioridad es garantizar que el conductor mantiene las condiciones mínimas para circular con seguridad.

Seguridad sin discriminar por edad

Aunque el debate sobre la conducción en edades avanzadas sigue abierto, las autoridades insisten en que las restricciones no son un castigo, sino una herramienta preventiva para proteger a motoristas y al resto de usuarios de la vía.

El mensaje de la DGT es claro: no se trata de poner un límite de edad, sino de reconocer cuándo se ha perdido la capacidad para conducir con seguridad. Por eso, conductor y familia deben estar atentos a las señales, y actuar con responsabilidad antes de que lo haga la carretera.