Un radar caza a una moto a 150 km/h pero el motorista tapa la matrícula con la mano: "Afronta un multón"
En plena oleada de controles y sanciones por exceso de velocidad, un motorista ha protagonizado uno de los casos más temerarios de las últimas semanas. Ocurrió en Castellón, donde el conductor de una moto deportiva no solo circulaba a más del doble del límite permitido, sino que, para colmo, tapaba la matrícula con la mano mientras pasaba a toda velocidad delante de los radares.
Rozando los 150 km/h en una calle limitada a 60
El caso ha generado gran indignación entre los agentes de tráfico. Según fuentes de la investigación, la moto fue registrada en varias ocasiones por un radar situado en una vía urbana de Castellón limitada a 60 km/h. Las mediciones llegaron a marcar velocidades cercanas a los 150 km/h, una cifra que multiplica el riesgo no solo para el conductor, sino también para peatones y otros vehículos. "Afronta un multón", dice un policía consultado por El Motero.
El problema, sin embargo, es que las imágenes del radar no mostraban ninguna matrícula. Y es que el motorista tenía una técnica tan arriesgada como peligrosa: levantaba la mano izquierda para tapar la placa trasera mientras pasaba por delante del cinemómetro.
Así fue como lo localizaron
Tras varios días de seguimiento y análisis de los vídeos, la colaboración entre la Policía Municipal, la Guardia Civil y un colegio cercano permitió identificar al conductor, un joven de 24 años. Las grabaciones aportadas por distintas fuentes terminaron por encajar las piezas del puzle, lo que permitió dar con el responsable de estas imprudencias reiteradas.
Las consecuencias: 6.000 euros, 6 puntos… y un juicio
El joven no solo se enfrenta a una multa económica de 6.000 euros y la retirada de 6 puntos del carnet, sino que además deberá comparecer ante la justicia por un delito contra la seguridad vial, al haber circulado a más del doble del límite legal.
El intento de evadir la sanción tapando la matrícula supone un agravante más, ya que se considera una acción deliberada y dolosa para evitar la identificación, algo que la legislación castiga con firmeza.
Una temeridad sin sentido… y sin excusa
Este tipo de comportamientos, lejos de ser anecdóticos, preocupan cada vez más a las autoridades. Usar una motocicleta como si fuera un juguete en vía urbana no solo pone en riesgo la vida del conductor, sino también la de cualquier persona que cruce por un paso de peatones o circule en condiciones normales.
Las motos deportivas están diseñadas para ofrecer potencia, agilidad y emoción. Pero confundir una vía pública con un circuito no solo es irresponsable, sino que puede tener consecuencias irreversibles.
Cuando la afición se convierte en peligro
El motociclismo es pasión, libertad y respeto. Pero casos como este dañan la imagen del colectivo motero, que en su mayoría circula con responsabilidad y respeto a las normas. Usar la velocidad como espectáculo personal y burlar a los radares tapando la matrícula con la mano no es valentía, es temeridad.
Y aunque esta vez el conductor ha sido localizado, la pregunta que queda en el aire es: ¿cuántos más circulan así sin ser detectados?
La DGT ha intensificado sus controles y, ante situaciones como esta, parece más justificado que nunca. Porque no se trata solo de multar, se trata de evitar tragedias que sí tienen freno.