DGT

Un policía le enseña la placa fuera de servicio por una disputa de tráfico y se "achanta" cuando ve que tiene una GoPro

El presunto policía

Un vídeo grabado hace un par de años ha vuelto con fuerza a las redes sociales y se ha hecho viral en cuestión de horas. La escena, captada por una GoPro colocada en el casco de un motorista, muestra el momento en el que un conductor, que se identifica como policía mostrando su placa, intenta amedrentar al motorista en plena circulación por la M-40 de Madrid.

El gesto del agente fuera de servicio se produce tras lo que parece ser una disputa de tráfico sin mayor trascendencia. Sin embargo, lo que pudo haber sido un episodio más de tensión en carretera adquirió una nueva dimensión cuando el agente se percató de que estaba siendo grabado con una cámara instalada en el casco.

Al notar la presencia de la cámara, el conductor oculta la placa, deja de interactuar con el motorista y se aleja rápidamente, sin mediar más gestos ni explicaciones. La actitud cambia de forma inmediata, lo que ha disparado las críticas en redes sociales, donde muchos usuarios interpretan que la intención inicial era la de usar su condición de policía como forma de intimidación.


Uso indebido de la placa policial: lo que dice la normativa

El vídeo ha reavivado el debate sobre el uso de placas policiales fuera de servicio. Legalmente, un agente no puede exhibir la placa de forma informal o para resolver disputas personales, mucho menos sin identificarse correctamente y fuera del marco de una intervención oficial.

Mostrar la placa en plena circulación y sin contexto puede suponer una infracción interna o incluso un abuso de autoridad, especialmente si se interpreta como un intento de imponer su condición de funcionario en una situación ajena a sus funciones.


El papel de las cámaras en carretera: defensa ante lo invisible

Este incidente es un ejemplo más del papel clave que juegan las cámaras personales (como las GoPro) en la defensa de los derechos de los motoristas. Estos dispositivos no solo permiten esclarecer accidentes, sino que también se han convertido en una herramienta para documentar conductas indebidas, incluso por parte de quienes deberían representar el orden y la legalidad.

Aunque el vídeo fue grabado hace varios años, su reciente difusión ha servido para poner sobre la mesa una conversación incómoda pero necesaria sobre la transparencia, el respeto en la vía pública y los límites del poder, incluso cuando se está fuera de servicio.


Las redes lo sacan a la luz… años después

A pesar del tiempo transcurrido desde que se grabaron las imágenes, su impacto es actual. El vídeo ha sido rescatado recientemente y ha corrido como la pólvora en plataformas como X (antes Twitter), TikTok o Instagram, acumulando miles de visualizaciones en pocas horas.

La viralidad de este tipo de contenidos demuestra que, aunque pasen los años, la memoria digital no olvida… especialmente cuando se trata de posibles abusos en espacios públicos.