Pere Navarro se cree un visionario y un "líder europeo" con su baliza V16: "El español acostumbra a esperar al último día"

Pere Navarro

La cuenta atrás ya no se mide en meses, sino en semanas. El 1 de enero de 2026 marcará un antes y un después en la seguridad vial española: la baliza V16 conectada será obligatoria para todos los vehículos, sustituyendo definitivamente a los triángulos de emergencia. Y ante la confusión, la falta de información y el creciente rechazo social, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha lanzado el mensaje más contundente hasta ahora: “No habrá prórroga. No nos equivoquemos”.

El aviso llega en pleno debate nacional, con miles de conductores descubriendo a última hora que la baliza que tenían —regalada en ITV o comprada hace años— no está homologada para la nueva normativa. El desconcierto se mezcla con la crítica: un sector de la ciudadanía duda de su eficacia, especialmente a plena luz del día.

"La implantación de la V16 conectada supone un salto adelante y nos sitúa como referentes europeos en seguridad vial. Permite señalizar sin salir del vehículo, evita riesgos innecesarios y aporta información vital a los demás usuarios de la vía".

Incluso voces influyentes como el mecánico e influencer Ángel Gaitán han mostrado su rechazo frontal: “A mí no me gusta, me parece que está mal hecha, me parece una cagada, me parece vergonzoso, me parece que va a haber accidentes”. Sus palabras han encendido las redes en un momento de máxima tensión alrededor del dispositivo.

“La V16 conectada es un salto adelante”

Desde Badajoz, donde Navarro asistió a la toma de posesión del nuevo jefe provincial de Tráfico, el máximo responsable de la DGT quiso cortar de raíz los rumores, las dudas y la idea de que España retrasaría la entrada en vigor:

“Se anunció hace cinco años, no habrá prórroga”.

Y defendió el cambio con datos especialmente duros:

“Cada año contamos entre 20 y 25 fallecidos por atropello que habían bajado del coche”.

Ese es el argumento central que la DGT repite desde hace meses: con la baliza V16 conectada, el conductor podrá señalizar la avería sin salir del habitáculo, evitando uno de los momentos más peligrosos en carretera. Además, el dispositivo enviará automáticamente la ubicación del coche averiado a la plataforma DGT 3.0, para avisar a otros conductores a través de paneles luminosos y navegadores.

Los triángulos: 26 años de servicio que llegan a su fin

Navarro también quiso cerrar un ciclo:

“Los triángulos han cumplido su papel durante veintiséis años, pero la evolución tecnológica nos permite seguir progresando.”

No se trata —insiste— de despreciar su función, sino de asumir que obligaban al conductor a caminar por el arcén, en plena autovía, en condiciones de riesgo extremo.

¿Multas el 1 de enero? La DGT matiza

Aunque la norma entra en vigor sin retraso, la presión social ha obligado a la DGT a modular la aplicación de sanciones. Navarro confirmó que los agentes “serán flexibles durante un tiempo, informando”. La intención es que los conductores se adapten y que el sistema se consolide sin provocar una oleada inicial de multas.

Aun así, la infracción será clara: 200 euros por no llevar una baliza V16 homologada y conectada.

Navarro desmiente bulos: la V16 no lo es todo

El director de la DGT dedicó parte de su intervención a desmontar una idea que circula por redes:

“Hay quien piensa que colocando la V16 se ha acabado todo”.

Y remató el mensaje:

“Se debe seguir llamando a la compañía de seguros para que venga la grúa. Una cosa no sustituye a la otra.”

La V16 es una señalización, no un servicio de emergencia.

Un país que llega tarde… y corriendo

El propio Navarro reconoce un patrón habitual:

“El español acostumbra a esperar al último día para comprarlo”.

La situación se agrava porque muchos conductores descubren ahora que su baliza antigua no está homologada con conexión a DGT 3.0, lo que obliga a comprar una nueva a pocos días del cambio.

La sensación dominante es una mezcla de urgencia, confusión y enfado, alimentada por vídeos virales que cuestionan la visibilidad real del dispositivo.

En cualquier caso, el mensaje oficial es claro:
La V16 conectada llegará sí o sí el 1 de enero.
Sin prórroga. Sin marcha atrás.

Y, como insiste Pere Navarro, “no nos equivoquemos”.