BMW

Pensaba que era la batería, pero el fallo estaba oculto en el stator: el dolor de cabeza de las BMW F 800

BMW F 800 GS

A veces, los problemas más frustrantes en una moto no vienen de donde uno imagina. Un usuario ha compartido su experiencia con una avería eléctrica que comenzó de forma aparentemente inofensiva y terminó revelando un fallo mucho más profundo de lo esperado: el stator quemado, una pieza clave del sistema de carga que, cuando falla, puede dar síntomas muy parecidos a los de una batería agotada o un regulador defectuoso.

Un fallo eléctrico que engaña

Todo comenzó con un problema de arranque. La moto no quería encender, como si la batería no tuviera fuerza. Al medir con un polímetro, la batería marcaba 11,8 voltios, un valor bajo, pero no necesariamente indicativo de una batería dañada. Tras recargarla, el voltaje subió a 12,6 V, lo que llevó a pensar que el problema estaba en otro punto del sistema.

El regulador, que ya había sido sustituido en el pasado, fue comprobado nuevamente y se encontraba en buen estado. Además, al acelerar la moto, el voltaje aumentaba hasta 13,3 V en marcha, lo que en principio hacía pensar que tanto el alternador como el regulador funcionaban correctamente.

La sorpresa en la ITV

Durante un viaje y varias salidas sin incidencias, el problema pareció resuelto. Sin embargo, al acudir a pasar la ITV, la moto volvió a negarse a arrancar, lo que obligó a recurrir a una grúa. De nuevo, las mediciones eran las mismas, y la confusión seguía presente.

Fue entonces cuando, tras investigar más a fondo, llegó la clave: al medir el voltaje en alterna del estator, el resultado fue de 25 voltios, una cifra muy por debajo del valor normal. En realidad, el alternador debería generar entre 60 y 70 voltios, por lo que esa lectura revelaba un fallo claro.

El verdadero culpable: el stator

Al desmontar el alternador, la causa quedó al descubierto. El stator estaba completamente quemado y con una derivación a masa, es decir, un fallo eléctrico interno que impedía la correcta generación de corriente.

Tras sustituirlo por una pieza nueva, las mediciones volvieron a ser correctas: el sistema de carga mostraba 14 voltios al ralentí, confirmando que el problema estaba resuelto.

Valores de referencia para detectar el fallo

Esta experiencia deja una lección importante para cualquier motociclista: no siempre que la moto no arranca el problema está en la batería o el regulador. El stator, aunque menos visible, puede ser el verdadero responsable.

Estos son los valores orientativos que pueden ayudar a diagnosticar el sistema de carga:

  • En reposo, la batería debe marcar alrededor de 12,5 V.

  • Al ralentí, el voltaje debe situarse entre 13 y 14 V.

  • A 4.000 rpm, la lectura debe mantenerse entre 13 y 14,5 V.

  • El alternador debe generar entre 60 y 75 V en corriente alterna.

  • Si el regulador falla, la batería puede superar los 15 V, algo que no debería ocurrir.

Una advertencia para prevenir futuras averías

El stator se ha convertido en uno de los puntos débiles más comunes en muchas motocicletas, especialmente en modelos con uso intensivo o alta demanda eléctrica. Su deterioro puede pasar desapercibido durante semanas, dando síntomas confusos y provocando fallos intermitentes.

Instalar un voltímetro visible en el cuadro de instrumentos es una solución sencilla que permite vigilar el sistema de carga en tiempo real y detectar anomalías antes de que sea demasiado tarde.

Porque en el mundo de las dos ruedas, a veces el problema no está en lo que se ve, sino en lo que se esconde detrás del carenado.