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Ola de quejas de moteros contra Insta360: cámaras equivocadas, envíos perdidos y devoluciones interminables

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Las cámaras de Insta360 han conquistado a miles de creadores por su calidad y por la innovación técnica de la marca. Pero mientras crece su popularidad, también lo hacen las quejas de usuarios que relatan un patrón inquietante: devolver un producto puede convertirse en una odisea, y cancelar un pedido, directamente, una misión imposible.

En los últimos meses, se han multiplicado las reseñas negativas en España y en otros países. Todas coinciden en lo mismo: atención al cliente lenta, conversaciones que “se cortan”, respuestas que llegan en inglés aunque el cliente escriba en español, y una sensación generalizada de que la empresa pone trabas para aceptar devoluciones o reembolsos.

Y lo peor: muchas de estas historias comparten más de 20 días de espera, paquetes que nunca llegan y reclamaciones que nadie atiende.


“Pésima atención, parece que lo hacen aposta”

Una usuaria lo resume con contundencia. Intentó cancelar un pedido y pasó un día entero en el chat y por correo, sin que nadie le diera una solución:

“Parece como si lo estuvieran haciendo aposta para no cancelarlo. Es viernes. Todo el día en el chat. Nunca más”.

La historia no es aislada. Otra clienta, también desde España, asegura que lleva más de 20 días intentando devolver una cámara y que Insta360 simplemente dejó de responder a sus mensajes:

“Si contestan, te intentan convencer para que te lo quedes. Nefasto”.


Devoluciones confusas, envíos sin etiqueta y atención sólo en inglés

Varias quejas comparten un mismo patrón: cuando alguien pide devolver un producto, Insta360 solicita enviarlo por cuenta propia a una dirección internacional… sin etiqueta prepagada, sin instrucciones claras y sin garantías.

Un ejemplo especialmente llamativo es el del arnés para mascotas:

“Me dicen que me devolverán el dinero cuando envíe el producto a una dirección. No te mandan etiqueta ni nada. Enviarlo cuesta casi lo que vale el arnés. Nefasto”.

La usuaria añade un detalle que se repite en otras valoraciones:

“Para vender usan español. Para devoluciones, todo en inglés”.


Pedidos que no llegan y cámaras equivocadas

La frustración no se limita a devoluciones. Algunos consumidores ni siquiera han recibido lo que compraron:

  • Un cliente estadounidense recibió una cámara inferior a la que había pagado.

  • Una compradora española pagó más de 500 euros por una Insta360 que nunca llegó, a pesar de enviar la documentación de aduanas dos veces.

  • Otro usuario lleva más de un mes esperando su pedido sin actualizaciones de seguimiento.

La respuesta oficial de la marca es casi idéntica en todos los casos:

“Lo sentimos, ya está solucionado”.

Pero varios clientes aseguran que eso no es cierto.


El servicio técnico tampoco se salva

Incluso quienes envían una cámara a reparar encuentran dificultades. Un cliente denunció que la empresa de transporte confirmó la entrega, pero Insta360 nunca acusó recibo:

“No contestan, no notifican nada. Es un timo”.

Una constante en todos estos casos es la presión que sienten muchos usuarios por tener que gestionar devoluciones sin soporte claro, sin interlocutores en español y con tiempos de espera que superan lo razonable.


¿Un problema estructural de atención al cliente?

La marca ha invertido millones en I+D para competir con GoPro y liderar el mercado de cámaras 360. Pero mientras avanza tecnológicamente, su servicio postventa parece haberse quedado atrás. Las quejas lo describen como:

  • Lento

  • Confuso

  • En inglés

  • Con trabas para devolver productos caros

  • Sin procesos claros de reembolso ni recogida

Para una empresa que opera globalmente y vende productos de 600 a 1.000 euros, estas historias empiezan a generar desconfianza entre los compradores.


El riesgo para Insta360: un producto sobresaliente con una posventa que enfada a sus clientes

La reputación digital pesa más que nunca. Y para muchos compradores, lo que leen antes de darle al botón de “pagar” no es la ficha técnica, sino las experiencias reales de otros usuarios.

Insta360 fabrica cámaras brillantes.
Pero si no soluciona los problemas de logística, devoluciones y atención al cliente, podría enfrentarse a algo que ninguna marca quiere: que los consumidores decidan comprar sus productos solo a través de intermediarios… o directamente, no comprarlos.