Esta es la Yamaha R1 "soviética" que más gustaría a Putin
En el mundo del motociclismo hay preparaciones que no dejan indiferente a nadie, y lo que ha ocurrido en Rusia con una Yamaha R1 es un claro ejemplo de ello. En un taller de personalización del país han transformado completamente esta deportiva japonesa hasta convertirla en un auténtico homenaje sobre ruedas a la antigua Unión Soviética.
La base es una Yamaha R1, una de las superbikes más icónicas del mercado, pero lo que verdaderamente llama la atención es el vinilado completo en color granate, dominado por los símbolos y colores de la URSS. El diseño cubre por completo el carenado y se extiende incluso a las llantas, que han sido pintadas en rojo intenso, a juego con el resto de la decoración.
En el frontal y los laterales no falta el escudo de la Unión Soviética, con su hoz, martillo y la estrella de cinco puntas, mientras que en el colín aparecen eslóganes patrióticos y detalles en dorado que refuerzan la estética soviética. Hasta el más mínimo rincón de esta Yamaha R1 ha sido modificado para convertirse en un guiño a la época más simbólica del comunismo ruso.
Más allá del impacto visual, esta transformación no parece haber tocado la parte mecánica del modelo, lo que significa que mantiene el motor de cuatro cilindros en línea de 998 cc y más de 200 CV de potencia, uno de los más agresivos de la categoría. Pero lo que era una superbike lista para el circuito ahora se ha convertido en una pieza de propaganda visual, tan extravagante como única.
No han trascendido datos sobre quién es el propietario o si se trata de una unidad de exhibición, pero la red no ha tardado en bautizarla como “la moto de Putin”, una etiqueta que encaja perfectamente con el carácter autoritario y nacionalista del mandatario ruso. Si bien no está confirmado que tenga relación con él, la estética no deja lugar a dudas: esta Yamaha R1 es un homenaje político tan provocador como poco habitual.
Y es que en tiempos donde la personalización de motos tiende a estilos minimalistas, colores neutros o influencias de competición, esta Yamaha R1 soviética rompe por completo con la norma. Una moto que, sin duda, no pasa desapercibida. Ni por su color, ni por su mensaje.