La DGT no saca a volar (y a crujir) a su helicóptero Pegasus desde hace días
Desde el pasado 1 de septiembre, la flota de helicópteros Pegasus de la DGT permanece completamente inactiva. Estas aeronaves, claves en la vigilancia del tráfico por aire en España, no han despegado en más de tres días, y la razón no tiene nada que ver con fallos técnicos, sino con un problema administrativo: ha expirado el contrato que cubría su mantenimiento.
El mantenimiento caducado deja a Pegasus en tierra
Sin la cobertura legal y técnica que garantiza el mantenimiento de estos helicópteros, no pueden volar por motivos de seguridad, según han denunciado varios sindicatos como UGT, CCOO y CSIF. La situación ha generado un aluvión de críticas y ha sacado a la luz lo que muchos consideran una grave falta de previsión por parte de la administración.
Desde el Ministerio del Interior aseguran que ya se ha iniciado la licitación para renovar el servicio y que los Pegasus volverán a operar "pronto", pero el daño ya está hecho. La ausencia de estos helicópteros coincide con la operación retorno del verano, uno de los periodos con mayor volumen de tráfico en todo el año, lo que agrava la preocupación sobre su falta de disponibilidad.
Un vacío en un momento clave
Organizaciones como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) advierten que la ausencia de los Pegasus podría reducir el efecto disuasorio sobre conductores imprudentes, ya que este tipo de vigilancia aérea permite detectar desde excesos de velocidad a más de un kilómetro de distancia, hasta uso indebido del móvil, adelantamientos ilegales o falta del cinturón de seguridad.
Mientras tanto, la DGT se ha visto obligada a reorganizar su estrategia de control del tráfico, incrementando el uso de drones, radares móviles, cinemómetros y patrullas de la Guardia Civil de Tráfico. Pero el vacío que deja Pegasus no es fácil de cubrir, ya que su capacidad de vigilancia discreta desde el aire ha demostrado ser más eficaz que muchos sistemas de control terrestre.
Pegasus: una herramienta que no se puede perder
Desde que entraron en servicio en 2013, los helicópteros Pegasus se han consolidado como uno de los recursos más eficaces de la DGT. Equipados con cámaras de alta resolución y radares sofisticados, han sido fundamentales para controlar el tráfico en puntos conflictivos y reducir la siniestralidad.
Ahora, su parón forzoso deja al descubierto un problema más profundo: la falta de planificación en la gestión de recursos estratégicos. Hasta que el nuevo contrato se adjudique y los helicópteros puedan volver a volar, las carreteras españolas estarán sin uno de sus principales aliados en materia de seguridad vial.