DGT

La DGT se obsesiona con que las motos tengan ya ABS en curva, control de tracción, alertas de colisión o detección de ángulo muerto

Avería en moto

Madrid ha sido el escenario del primer Encuentro MOVI-TEC, un foro pionero impulsado por la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Fundación FESVIAL, que reunió a representantes de la administración, la industria, la investigación y la formación para abordar un desafío común: cómo la tecnología puede reducir la siniestralidad vial.

El encuentro, celebrado en un contexto de rápida digitalización del transporte, puso el foco en los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), una tecnología ya obligatoria en todos los coches nuevos desde julio de 2024 y que comienza a expandirse también al mundo de las motocicletas.


Tecnología que anticipa, corrige y protege

Los ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) agrupan un conjunto de tecnologías que permiten anticiparse a riesgos, corregir errores humanos y minimizar las consecuencias de los accidentes.

En el ámbito de las motos, esta revolución tecnológica se traduce en ABS en curva, control de tracción, alertas de colisión, detección de ángulo muerto o control de crucero adaptativo, sistemas que cada vez más fabricantes incorporan de serie.

De acuerdo con estimaciones de la Comisión Europea, la implantación generalizada de los ADAS podría evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en la próxima década. Sin embargo, para la DGT, el avance tecnológico debe ir acompañado de un nuevo tipo de conocimiento: la formación tecnológica del conductor, lo que Pere Navarro, su director general, ha definido como “la nueva alfabetización vial”.


Una revolución comparable al cinturón de seguridad

Durante la jornada, los expertos coincidieron en que los ADAS suponen una transformación histórica en materia de seguridad vial.

Jose María Galofré, consejero delegado de Volvo Car España y vicepresidente de FESVIAL, lo resumió así: “Los ADAS son una revolución comparable al cinturón de seguridad, pero necesitan algo más que ingeniería: necesitan confianza social.”

En esa misma línea, la DGT anunció que trabaja para integrar en el registro de vehículos la clasificación EuroNCAP y los sistemas ADAS instalados en cada modelo, información que los ciudadanos podrán consultar a través de la web o la aplicación miDGT.

Además, se lanzarán campañas de concienciación para explicar el uso correcto de estas ayudas, y se prevé que la presencia de ADAS sea un criterio prioritario para el acceso a zonas urbanas, reforzando así su papel clave en la movilidad del futuro.


Motos más seguras, pero motoristas más formados

Aunque buena parte del debate giró en torno al automóvil, el encuentro también dejó claro que la innovación tecnológica está alcanzando al mundo de las dos ruedas.

Los fabricantes de motocicletas ya incorporan radares delanteros y traseros, ABS inteligentes y sistemas de detección de tráfico cruzado, avances que mejoran la seguridad sin sacrificar las sensaciones de conducción.

No obstante, los expertos fueron contundentes: la tecnología no basta si el conductor no la comprende.
“No necesitamos más dispositivos, sino más comprensión social de lo que ya tenemos”, advirtió Ignacio Lijarcio, de FESVIAL.

Por su parte, Silvia Ubago, de la Fundación RACE, subrayó que “la brecha tecnológica es, en realidad, una brecha de confianza. Nuestro reto es formar conductores y motoristas digitalmente maduros.”


Educación, cooperación y confianza: las claves del futuro vial

El I Encuentro MOVI-TEC cerró sus puertas con una conclusión clara: la seguridad vial del futuro se construirá sobre tres pilares esenciales —educación, cooperación y confianza—, un triángulo que permitirá aprovechar todo el potencial de la tecnología para salvar vidas.

Como recordó Pere Navarro, director de la DGT: “Varios de estos sistemas que vienen de serie nos van a ayudar de forma importante a reducir los siniestros viales. Los ADAS no sustituyen al conductor, pero sí pueden marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.”

Con esta visión compartida, la movilidad inteligente da un paso más hacia un futuro más seguro, humano y conectado, donde la tecnología no solo asiste al conductor, sino que también aprende de él para protegerlo mejor.