DGT

La DGT se harta del "truco" de poner a tu abuelo de 90 años como el que conducía la moto cuando te multan

Tapando la matrícula para que no le multen

Con el fin del verano, muchos motoristas vuelven a la rutina tras cientos o miles de kilómetros por carretera. Rutas, concentraciones y escapadas se traducen en recuerdos... y, en algunos casos, en multas que llegan semanas después. Porque, como ya ocurre con los conductores de coche, la Dirección General de Tráfico (DGT) no siempre identifica al infractor en el momento, especialmente cuando las infracciones se captan con radar.

En el caso de las motos, este sistema tiene aún más puntos débiles, y algunos motoristas los aprovechan para evitar no solo la multa económica, sino también la temida pérdida de puntos del carnet. El mecanismo: identificar a otra persona con carnet en lugar del conductor real.

Radares, matrícula trasera... y sin foto del conductor

En las motocicletas, la matrícula está situada exclusivamente en la parte trasera, y las cámaras de los radares no captan al conductor con claridad. De hecho, en la gran mayoría de los casos no hay imagen del rostro del motorista, ni siquiera del casco que permita su identificación. Eso complica todavía más que la DGT pueda verificar quién iba realmente al manillar en el momento de la infracción.

Así, cuando la sanción llega al titular de la moto, este tiene la obligación de identificar al conductor, pero en la práctica puede poner a cualquier persona con carnet, sin que Tráfico pueda contrastarlo.

El banco de puntos familiar... también sobre dos ruedas

Al igual que ocurre con los coches, algunos motoristas optan por lo que ya se ha bautizado como “banco de puntos familiar”: atribuir la infracción a alguien del entorno con carnet que no usa la moto habitualmente, y al que perder tres o cuatro puntos no le supone un gran problema. En muchas ocasiones, los abuelos, padres o incluso tíos son los “elegidos” para asumir sanciones que no cometieron.

Y es que tras una escapada veraniega, recibir una multa de 300 euros y 3 puntos por exceso de velocidad puede doler… especialmente cuando ya se han perdido puntos en el pasado y una retirada del carnet por puntos es una posibilidad real.

¿Qué riesgos legales tiene este truco?

Aunque a simple vista parece una solución sin consecuencias, atribuir una infracción a alguien que no conducía la moto es ilegal. En casos extremos, puede considerarse usurpación de identidad o falsedad documental, delitos que podrían acabar con consecuencias penales si el identificado decide denunciar.

Eso sí, la realidad es que estas denuncias casi nunca se producen, especialmente si hay consentimiento. Además, la DGT no puede anular una identificación aunque la foto del radar no coincida con el conductor declarado, ya que la imagen solo sirve como prueba de la infracción del vehículo, no del motorista.

Una práctica difícil de erradicar

La dificultad de identificar a los motoristas en los controles automáticos, sumada a la falta de sanciones claras para las identificaciones falsas, hace que esta práctica se haya extendido en el colectivo motero, especialmente tras las vacaciones.

El resultado: miles de sanciones por velocidad o adelantamientos indebidos acaban en los historiales de personas que ni siquiera montaron en moto, mientras el infractor sigue acumulando kilómetros... y puntos.


El sistema actual de sanciones en moto presenta importantes lagunas, y aunque se trata de una picaresca habitual, también cuestiona la eficacia real de un modelo de puntos pensado para mejorar la seguridad. En un país con más de 3 millones de motos circulando, el reto para la DGT no es solo sancionar más, sino hacerlo mejor y con garantías reales de que la infracción llegue al responsable adecuado.