Compra un casco en Motocard, le mandan el que no es y no le dejan devolverlo porque "lo ha usado"
Una reciente experiencia de compra ha vuelto a poner en tela de juicio la atención al cliente de Motocard, una de las tiendas más conocidas en el sector del equipamiento para motoristas. El caso ha sido compartido públicamente por un usuario en TikTok, donde ha explicado paso a paso los problemas sufridos al intentar adquirir un casco HJC, en lo que parecía una gestión sencilla pero que acabó derivando en un cúmulo de errores y frustraciones.
Todo comenzó cuando el usuario compró un casco que le quedaba grande. Tras comprobarlo, solicitó la misma unidad en una talla inferior. En ese momento, Motocard le comunicó que no había stock disponible en la talla deseada y le ofrecieron la opción de recibir el casco en otro color. Aceptó el cambio y volvió a esperar varios días, pero lo que llegó finalmente fue un casco distinto al modelo elegido, de un color completamente diferente y con diversos defectos: un golpe visible en la parte superior, manchas y una pantalla que no cerraba bien.
La situación, lejos de solucionarse con rapidez, se complicó. El usuario contactó de nuevo con Motocard para intentar resolver el problema. Desde la tienda le comunicaron que el error se debía a un problema de etiquetado. A continuación, le ofrecieron como única alternativa un casco de una gama superior, con características similares, pero con la condición de pagar un suplemento de 30 euros para conseguirlo en los colores que deseaba. El cliente rechazó esta opción, considerando que el fallo había sido de la tienda y no suyo.
En los días siguientes, Motocard prometió devolverle parte del dinero como compensación por el error, y se comprometió a llamarle para cerrar el asunto. Sin embargo, pasaron más días sin recibir respuesta, por lo que el cliente tuvo que volver a contactar con ellos. En medio de la espera, la necesidad de utilizar el casco para ir a trabajar le llevó a emplearlo, lo que más tarde complicaría aún más el proceso de devolución.
La situación alcanzó un punto crítico cuando se le informó de que el caso había sido derivado al departamento de garantías y, por tanto, ya no podía devolver el producto por haber sido usado. A esto se sumó un nuevo error: la tienda le envió por equivocación un correo interno destinado al equipo de garantías, lo que evidenció una desorganización interna en la gestión del caso.
Todo este proceso ha despertado críticas en redes sociales, donde otros usuarios han compartido experiencias similares. La queja ha tenido una amplia repercusión por la forma en que se encadenaron los errores: desde problemas de stock y envíos incorrectos hasta una atención posventa deficiente y una falta de resolución clara.
Este caso vuelve a poner de manifiesto la importancia de una gestión profesional y transparente en las tiendas especializadas, especialmente cuando se trata de productos vinculados directamente a la seguridad del conductor. La confianza del cliente no se basa solo en tener un catálogo amplio o precios competitivos, sino en ofrecer respuestas eficaces cuando algo falla.
Motocard, por ahora, no ha ofrecido ninguna versión pública sobre lo ocurrido. Mientras tanto, la experiencia compartida por este usuario sirve como advertencia para quienes valoran, por encima de todo, la fiabilidad y el compromiso en la atención al cliente.