MOTOCARD

Compra un casco en Motocard y le mandan el de exposición: "Todo arañado"

Motocard

Lo que prometía ser una compra rápida y sencilla en una de las tiendas más reconocidas del sector motero ha acabado convertido en una experiencia que un cliente no quiere repetir. Según ha denunciado públicamente, Motocard —tienda especializada en equipamiento de motociclismo— le envió un casco en mal estado, usado previamente como pieza de exposición, con arañazos visibles y marcas de golpes, algo que jamás se le informó durante el proceso de compra online.

Una cadena de errores y retrasos

Tras recibir el producto en estas condiciones, el comprador decidió acudir directamente a la tienda física de Motocard en Bravo Murillo (Madrid) para gestionar la devolución. Allí le informaron de que tendrían que pedir un casco nuevo al proveedor, y que el plazo de espera sería de tres semanas.

Hasta aquí, podría entenderse como un trámite algo largo pero razonable. Sin embargo, la situación empeoró considerablemente: una semana después, el cliente recibe un correo electrónico avisándole de que su nuevo casco ya estaba disponible para recoger. Pero la sorpresa fue mayúscula al comprobar que el casco que le entregaban era exactamente el mismo que había devuelto: mismo estado, mismos arañazos, ningún cambio.

Me intentaron colar otra vez el mismo casco que les devolví”, denuncia. Tras preguntar, le reconocieron que se trataba de un error y que tendría que volver a esperar otras tres semanas para que el proveedor enviara el producto correcto.

Silencio, falta de respuesta y cancelación sin aviso

El calvario no terminó ahí. Pasado el nuevo plazo de espera, el cliente asegura que intentó contactar varias veces con la tienda sin éxito, ya que no respondían al teléfono ni ofrecían ninguna actualización sobre su pedido. Desesperado, acudió a atención al cliente, y ahí recibió la peor noticia:
“Desde la tienda han anulado tu pedido”.

Lo más grave, según su testimonio, es que nadie le informó de esta cancelación ni se le hizo un reembolso automático. De hecho, desde atención al cliente le indicaron que el reembolso tardaría entre 7 y 10 días, sin darle una explicación convincente de por qué el proceso había sido tan opaco y desorganizado.

“Vergonzoso”: la indignación de un cliente sin casco ni solución

Llevo más de un mes esperando mi casco, y ni siquiera se dignan a coger el teléfono”, lamenta el cliente. Su sensación, según sus palabras, es clara:
“Unos estafadores natos. No volveré a comprar allí ni a recomendárselo a nadie”.

Motocard, por su parte, respondió escuetamente al comentario público con un mensaje tipo:

“Lamentamos profundamente los inconvenientes que has experimentado con tu pedido. Comprendemos su frustración. Si deseas hablar con nuestro servicio de atención al cliente puedes llamar al 973482702 o enviarnos un correo a motocard@motocard.com.”

Una respuesta que no ha convencido al afectado ni ha resuelto la situación, según él mismo señala.


Este caso deja en evidencia la importancia de una atención al cliente proactiva, transparente y resolutiva, especialmente cuando se trata de productos de seguridad como un casco de moto. La confianza se construye con hechos, no con correos automáticos, y una marca del prestigio de Motocard no puede permitirse errores de este calibre si quiere mantener su reputación intacta.